Usted está aquí: miércoles 19 de diciembre de 2007 Sociedad y Justicia Comienza llegada masiva de migrantes mexicanos al AICM

Se espera que arriben unas 600 mil personas

Comienza llegada masiva de migrantes mexicanos al AICM

Gabriel León Zaragoza

La víspera del inicio del periodo vacacional decembrino, cientos de mexicanos que radican de forma legal e ilegal en Estados Unidos y Canadá empezaron a arribar al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Estimaciones de las autoridades federales destacan que este año regresarán al país poco más de un millón 200 mil migrantes, la mitad por vía aérea.

Desde este fin de semana, en las salas de llegadas internacionales, familias y amistades se concentran en espera de ver a sus seres queridos, quienes, en la mayoría de los casos, han pasado por lo menos un año fuera de sus lugares de origen.

Las escenas de llanto, abrazos y besos se repiten en la terminal aérea, donde los migrantes mexicanos arriban acompañados de inmensas maletas y cajas con regalos. Los “ya vine má”, “ontán los demás” y “dónde están los chiquillos” son frecuentes en los rencuentros.

Las bienvenidas tras los arribos aéreos diurnos y nocturnos procedentes de las ciudades de Toronto, Canadá, y las estadunidenses Washington y Los Ángeles son observadas a distancia por decenas de efectivos policiacos federales y preventivos, quienes fueron desplegados en la terminal capitalina y sus inmediaciones, como parte del dispositivo especial de seguridad para vacaciones de fin de año.

Las familias de los migrantes permanecen por largo tiempo sin moverse frente a las puertas eléctricas de las salas. Para mitigar la espera, constantemente se cuestionan: ¿le dijiste dónde lo esperábamos?, en una misma dinámica a cada remesa de viajeros.

Acompañada de su hija, Faustina Morales aguarda, expectante, la llegada de su nieta de 21 años que nació allende la frontera norte, tiempo en que su hijo migró de Matamoros, Tamaulipas, a Estados Unidos, para trabajar en los campos de papa, pero al paso de los años se convirtió en chofer de carga.

Hace más de una década que no la ve; sin embargo, espera reconocerla, y para ayudarse insistentemente mira una fotografía de cuando “allá le hicieron sus 15 años”.

Como ella, desde este fin de semana decenas de personas saturan el aeropuerto en busca del rencuentro con sus familiares, quienes aprovechan las fiestas de Navidad y Año Nuevo para visitar su país.

 
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