Aplica SCT Operativo 30 Delta, con exámenes médicos
Aumentan 25% los accidentes carreteros durante esta época
El número de accidentes en carreteras federales aumenta 25 por ciento en temporada de vacaciones y 15 por ciento del total son responsabilidad del transporte público, aseguró José Valente Aguilar Zinzer, director general de Protección y Medicina Preventiva en el Transporte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Aunque recordó que los accidentes automovilísticos son la primera causa de muerte entre la población económicamente activa y de ingresos a servicios de urgencias, así como la segunda de discapacidad y orfandad en México, destacó que los que ocurren en carreteras federales se han reducido progresivamente, toda vez que de 60 mil casos registrados en 1999, el año pasado se contabilizaron 23 mil. Es decir, en siete años ha habido un decremento de 160 por ciento en percances carreteros.
La SCT puso en marcha ayer el Operativo 30 Delta, mediante el cual se aplicarán aleatoriamente exámenes médicos, toxicológicos y de alcoholimetría a conductores de transporte público federal de carga y turismo; operadores ferroviarios, marítimos y aéreos, así como –por primera vez– a los taxistas autorizados del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, con el propósito de reducir el riesgo de accidentes y salvaguardar la integridad de los vacacionistas.
En el operativo participarán mil médicos, paramédicos y trabajadores administrativos y habrá 26 unidades móviles en carreteras, 44 módulos fijos en terminales de autobuses, 11 en diferentes aeropuertos del país, nueve unidades en terminales ferroviarias y dos en los puertos de Mazatlán y Cancún.
Según Aguilar Zinzer, la presencia del personal médico en las carreteras realizando exámenes a los conductores debe recordar que “lo peligroso no es la carretera ni el vehículo, sino quien lo conduce”, y más lo es bajo los efectos de bebidas alcohólicas porque, agregó, “haber consumido dos cervezas es suficiente para disminuir las capacidades de respuesta y establecer un riesgo de accidente que puede ser letal”.
Las autoridades calculan aplicar dos mil pruebas toxicológicas, 100 mil de alcoholímetro e igual número de exámenes médicos, ya que en operativos anteriores se han detectado diversos padecimientos entre los conductores que los hacen no aptos para manejar con seguridad, tales como hipertensión arterial, taquicardia, alteraciones del equilibrio y conjuntivitis, entre otros.
Cuando el personal de SCT detecta que un conductor presenta algún padecimiento le extiende una notificación de incapacidad y se le impide continuar la ruta; pero si resulta positivo en las pruebas de alcohol y drogas se le cancela la licencia federal hasta que se le realice un nuevo examen sicofísico integral, para que pueda obtener nuevamente una notificación de aptitud. (Susana González G.)