Grupos cercanos a Álvaro Uribe podrían intentar frustrar la liberación, alerta Chávez

Se moviliza la seguridad venezolana para recibir a 3 rehenes de las FARC

Secreto, el lugar donde serán liberados Consuelo González, Clara Rojas y su hijo Emmanuel

Detectan movilización rebelde en cuatro departamentos limítrofes de Colombia y Venezuela

Afp, Dpa y Pl

Caracas, 22 de diciembre. Los servicios de seguridad de Venezuela comenzaron a movilizarse para asegurar las condiciones ante la eventual liberación en territorio venezolano de dos mujeres y un menor que en los últimos años han estado en cautiverio en una zona bajo control de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), informaron fuentes gubernamentales en esta capital.

Pese a que las FARC han mantenido en secreto el lugar donde pudiera darse la liberación de la ex congresista Consuelo González y de la ex candidata a la vicepresidencia de Colombia Clara Rojas y su hijo Emmanuel, nacido en cautiverio, también el presidente Hugo Chávez aseguró estar pendiente de la “delicada” operación.

De acuerdo con un reporte de la colombiana Radio Caracol, en cuatro de los departamentos de Colombia y Venezuela que se encuentran en la frontera común circularon rumores de “supuestos movimientos de las FARC que podrían estar relacionados con la liberación” de las tres personas.

Esas provincias son las colombianas Arauca y Norte de Santander, y Barinas y Amazonas.

Asimismo, la senadora colombiana de oposición Piedad Córdoba, que de agosto a noviembre se encargó de promover un mecanismo de negociación entre el gobierno del presidente Álvaro Uribe y los guerrilleros, realizó movimientos significativos este fin de semana, al desplazarse a Caracas para sostener reuniones relacionadas con el proceso de liberación de González, Rojas y su hijo.

“Hasta el momento no sé dónde ni en qué lugar a va a ser la entrega”, dijo la senadora, cuyos buenos oficios fueron cancelados en noviembre pasado por el presidente Uribe, al mismo tiempo que dio por terminada la gestión de Chávez, bajo el argumento de que el mandatario venezolano incurrió en fallas de método al comunicarse directamente con altos mandos del ejército colombiano.

La liberación de González, Rojas y su hijo fue anunciada el lunes pasado por las FARC, pero al hacerlo señalaron que Chávez tendría que decidir si él personalmente recibiría a las tres personas o si preferiría designar en su lugar a algún representante.

De cualquier forma, una fuente ligada a organismos de inteligencia informó que en Venezuela “ya comenzó la movilización para el operativo” de recepción de las tres personas retenidas.

En Cienfuegos, Cuba, adonde viajó para tratar asuntos económicos y políticos con los líderes cubanos, Chávez dijo disponer de “alguna fórmula” para recibir a las tres personas que han estado en cautiverio en zonas bajo control de la mayor guerrilla colombiana, pero no especificó si él mismo estaría presente en la recepción de ellas.

“Será una operación delicada porque hay en Colombia grupos, como algunos cercanos al gobierno o del propio gobierno, que estoy seguro que pudieran o que va a tratar de evitar que se dé la liberación exitosa”, dijo Chávez.

El mandatario venezolano se quejó nuevamente de la nula voluntad del gobierno colombiano para conseguir un acuerdo humanitario con los insurgentes, como se estuvo negociando entre agosto y noviembre.

“A pesar de que dicen que sí, no quieren, a mí me consta”, dijo Chávez a reporteros al concluir la inauguración de una refinería de coinversión cubano-venezolana, ubicada en el centro de la isla.

“Hay muchas presiones en Colombia en contra del acuerdo humanitario y en contra de la paz, pero seguiremos insistiendo porque creemos en la paz”, dijo el gobernante, quien atribuyó parte de la oposición al acuerdo a Estados Unidos, patrocinador del Plan Colombia, que ha significado el financiamiento de la guerra contra el narcotráfico en ese país, con unos 4 mil millones de dólares.

La respuesta a las declaraciones del mandatario venezolano no se hicieron esperar en Colombia. El congresista Mauricio Lizcano dijo que “son denuncias muy graves y hay que pedirle a Chávez que revele el nombre de ese o esos funcionarios para que se inicien las investigaciones o podamos hacer un control político”.

Lizcano, actual presidente de la Comisión de Paz de la Cámara de Representantes y cuya familia ha sido víctima de secuestro por las FARC, señaló que si Chávez no aclara su acusación “serían comentarios que lo que buscan es hacerle daño a Colombia”.

El secuestro, mal endémico

Según fuentes de seguridad del gobierno colombiano, unas 3 mil 100 personas se encuentran en cautiverio, unas en poder de organizaciones insurgentes y otras en manos de asociaciones delictivas.

Las FARC tienen en su poder a unos 745 individuos, 45 de los cuales son considerados rehenes políticos –incluido un ciudadano estadunidense– canjeables por guerrilleros presos.

Entre 300 y 500 personas están retenidas por el Ejército de Liberación Nacional, la segunda fuerza rebelde de Colombia.

Rojas fue secuestrada el 23 de febrero de 2002 junto con la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, a quien acompañaba en la fórmula por la titularidad del Poder Ejecutivo en Colombia.

Emmanuel tiene aproximadamente tres años y es hijo de un guerrillero. González era representante por del departamento de Huila cuando fue secuestrada el 10 de septiembre de 2001.

La liberación de estas personas fue decidida por las FARC como una forma de desagravio a Piedad Córdoba y Chávez por la forma abrupta en que Uribe rompió con su colaboración.

Acerca de esta situación, el presidente Uribe aseguró este sábado que su administración mantiene “todo el esfuerzo” para que todas las personas secuestradas en el país sean devueltas a sus familiares y aunque dijo que “el país conoce las tareas que se han venido adelantando en esa materia”, no ofreció detalles.