Son subcontratados para realizar los asuntos cotidianos
Lifestyle manager, profesión con prometedor futuro en EU
Washington, 25 de diciembre. Esperar al fontanero toda la jornada, hacer fila en la tienda para comprar la más reciente consola de videojuegos, decorar el árbol de Navidad, por ello cada vez más ocupados estadunidenses subcontratan para estas tareas ingratas a los llamados lifestyle manager.
“La gente anda muy ocupada. No tiene tiempo de hacer nada y por eso estos servicios funcionan tan bien”, aseguró Ezra Glass, quien hace tres años, cuando tenía 25, creó en Washington su empresa de lifestyle manager.
Con siete empleados, ofrece ocuparse de tareas que van desde llevar la ropa a la tintorería o pasear al perro hasta alquilar una avioneta privada o vender el auto y ocuparse de comprar uno nuevo.
Unas 650 firmas de “gestión de asuntos cotidianos”, de las cuales 500 se encuentran en Estados Unidos, están agrupadas en la Asociación Internacional de Concierge and Errand (ICEA, por sus siglas en inglés)
La idea de dejar a terceros las tareas cotidianas surgió en California y se desarrolló a finales de los años 90. La tendencia también se extendió en Londres, donde los life organizers (organizadores de vida) son muy solicitados.
“Es una profesión en auge. La gente quiere tener más tiempo para ella misma. Quieren disponer de más tiempo para hacer lo que les guste, y prefieren delegar las tareas más ingratas”, explicó Carla Mandell, secretaria general de ICEA.
Las tarifas son variadas, pero en Estados Unidos pueden ir de 45 a 110 dólares por hora, dependiendo de la tarea. Algunas empresas, como Serenity Now, trabajan con suscripciones mensuales que van de 450 a mil 200 dólares.
La clientela es “adinerada”, admite Ezra Glass, cuyos servicios en Washington son usualmente contratados por empresarios, abogados y cabilderos. Según una encuesta de la ICEA, 37 por ciento de quienes recurren a los servicios de lifestyle managers tienen ingresos que en Estados Unidos son medianos, con salarios entre 50 mil y 100 mil dólares por año.
“La mayoría de nuestros clientes tienen ingresos de seis dígitos, pero no siempre son millonarios”, señaló Lori Welch, directora de JCL (Just Call Lori), que trabaja en la región de Washington.
“Esas personas trabajan muchas horas. Tienen dinero, pero carecen de tiempo”, aseguró Welch, mientras se disponía a comprar los regalos navideños de un cliente demasiado ocupado como para recorrer tiendas.
“Lo más extraño de lo que me he tenido que ocupar fue llevar un perro a unas personas en Colorado. Pero la mascota tenía que viajar en un automóvil en particular: un Ford Explorer. Entonces, alquilé un auto para un perro”, dijo Ezra Glass.