Reducen el desfogue de agua de la presa Malpaso
El canal en el Grijalva, rebasado por el caudal
Aumentan presiones de damnificados que desean volver
Un nuevo frente frío podría incrementar riesgo en la zona
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Las autoridades mantienen restringido el paso en las zonas inundadas por el río Grijalva, cuyo nivel subirá seis metros en las próximas dos semanas
Foto: Ángeles Mariscal
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 26 de diciembre. Las comisiones Federal de Electricidad (CFE) y Nacional del Agua (Conagua) determinaron disminuir el volumen del desfogue de la presa Malpaso, debido a que el canal abierto en el tapón de piedras y lodo en el río Grijalva no es suficiente para desplazar toda el agua que recibe.
Autoridades estatales explicaron que antes del 15 de enero el nivel del río Grijalva subirá al menos seis metros más, por lo que se incrementará el número de casas inundadas y no se permitirá el regreso de la población que fue desalojada.
Desde el 18 de diciembre y hasta este martes, el volumen del agua que salía de la presa Malpaso era de 220 metros cúbicos por segundo.
La mayor parte de este caudal se acumuló en los 48 kilómetros que hay entre Malpaso y el tapón del Grijalva, debido a que el canal abierto en este lugar sólo permite el paso de unos 50 metros cúbicos por segundo.
Por ese motivo, en sólo ocho días el nivel del agua subió aproximadamente un metro al día e inundó más de un centenar de viviendas, pastizales, y tramos de la carretera estatal, que comunica el poblado de Raudales Malpaso con el municipio de Tecpatán.
Ante esta situación, la CFE y la Conagua determinaron bajar el nivel de desfogue de Malpaso a 160 metros cúbicos por segundo e inyectar agua a presión en la boca del canal, para que ésta se vaya ensanchando.
El más reciente reporte de ambas dependencias indica que gracias a estas acciones el canal se amplió y permite el paso de 180 metros cúbicos por segundo, 20 metros más de lo que está recibiendo.
Así, el nivel del agua en las comunidades desplazadas sube a un ritmo que es sólo 25 por ciento del de días anteriores, es decir, a un centímetro por hora.
Luis Manuel García Moreno, subsecretario de Protección Civil del gobierno de Chiapas, explicó que el nivel del río es de 98 metros sobre el nivel del mar; sin embargo, a pesar de las medidas aplicadas se espera que para el 15 de enero se incremente hasta llegar a 103 metros, es decir, cinco metros más.
El funcionario dijo que gracias a las medidas de seguridad sólo se han reportado daños materiales, pero hay 5 mil personas desalojadas que ya desean regresar a sus hogares.
“La gente está presionando, quiere regresar; sin embargo, no hay medidas de seguridad para ello. Si desean ver a sus animales podrán ser llevadas por los grupos de seguridad en lanchas”, detalló.
El objetivo es que el tapón de tierra y lodo que el 4 de noviembre se formó por el derrumbe de un cerro sobre lo que era el poblado Juan de Grijalva se erosione paulatinamente hasta desaparecer.
No obstante, este proceso podría tardar meses, ya que son más de 15 millones de metros cúbicos de material que obstruyen el flujo del Grijalva, entre las presas Peñitas y Malpaso.
En la ciudad de México, el director de Emergencias de la Coordinación General de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Raúl Rivera Palacios, consideró que las condiciones de riesgo en Chiapas y Tabasco aún son importantes y podrían complicarse con la presencia de un nuevo frente frío que se ha formado en el Golfo de México y que generará lluvias. Por ello, dijo, la dependencia mantendrá la declaratoria de emergencia para ambas entidades a efecto de prever posibles riesgos.
(Con información de Alonso Urrutia)