El artista colombiano fue investido con el doctorado honoris causa de la UANL
Botero deplora “la desintegración del arte mundial por el exceso de intelectualismo”
Inauguró la muestra con más de 80 obras sobre las vejaciones a presos de la cárcel de Abu Ghraib
Encabeza el emplazamiento de su escultura Caballo, en Monterrey
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Hoy la pintura y la escultura viven la época más pobre y estéril estéticamente en toda su historia, expresó Fernando Botero, ayer, en Monterrey
Foto: Reuters
Monterrey, NL, 31 de enero. La pintura y la escultura presentan un paisaje triste y desolador, pasan hoy por una de las peores crisis de toda su historia, debido al exceso de intelectualismo y una verdadera confusión conceptual, que han producido la época más pobre y estéril, estéticamente hablando, en la historia de la humanidad, aseveró el artista colombiano Fernando Botero al recibir el doctorado honoris causa en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
En sesión solemne del Consejo Universitario de la tercera institución educativa más grande en el país, el pintor y escultor originario de Medellín, Colombia, destacó que el avance científico y tecnológico de los dos siglos anteriores no ha permeado con la misma intensidad en la creación artística.
Botero, quien junto con el gobernador, José Natividad González Parás, inauguró la noche de este jueves una serie de más de 80 pinturas sobre los tratos humillantes y torturas que sufrieron prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, afirmó en su discurso ante los universitarios: “Hoy la pintura y la escultura pasan por una de sus peores crisis de toda su historia, (pues) la desintegración del arte mundial debido al exceso del intelectualismo y una verdadera confusión conceptual, ha producido la época más pobre y estéril estéticamente en toda su historia”.
Voltear hacia la realidad social
Para el caso de los artistas de la región, recomendó Botero “el retorno a las raíces”, al argumentar que los colores de América Latina y el arte prehispánico pueden alentar la fuerza creativa de los artistas latinoamericanos, para salir así de la etapa de aridez con la que culminó el siglo XX y continúa en esta primera década del XXI.
Expuso asimismo que las obras solamente trascienden con la belleza, y agregó que además de volver a las raíces, se debe voltear también hacia la realidad social, para realizar creaciones que trasciendan lo local y se inserten correctamente en lo global.
Será así, dijo Botero, como se producirán obras que perduren y que enriquezcan a la población, lo mismo aquellas que están inspiradas en la alegría o en el sufrimiento humanos, como se reflejó en las creaciones de Francisco de Goya y Pablo Picasso, quienes plasmaron en sus trabajos la crudeza de las guerras.
Expresó también su admiración por el compromiso social, calidad estética y la forma clara con la que plasmaron su realidad los mexicanos Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo y Frida Kahlo.
En la ceremonia, que se efectuó en el Teatro Universitario de la Unidad Mederos de la UANL, el gobernador González Parás sostuvo que este acto es un reconocimiento de la Universidad Autónoma de Nuevo León, mediante el otorgamiento del título de doctor honoris causa, a aquellos personajes, artistas, científicos y profesionistas destacados, que han hecho aportaciones importantes al desarrollo del ser humano, la ciencia y las artes, así como de las distintas disciplinas vinculadas con el espíritu.
Monumental obra en bronce
González Parás añadió que el arte de Botero ha trascendido en vida, y que su obra plástica es una expresión sencilla y sensual de la estética, que posee además un sello característico único en su tipo, pues “sin desnaturalizar en el contexto de lo estético, hay volumen, pero sus personajes u objetos se redimensionan por arte”.
El mandatario señaló que “Botero es quizá el pintor más reconocible en la historia de la pintura y, hoy día, es también uno de los más reconocidos”, ya que su obra ha estado en las principales galerías y museos del mundo, en las más prestigiosas avenidas y lugares públicos del planeta, y es también, en lo general, quizá el autor plástico más cotizado de nuestro tiempo.
Recordó que hace algunos años en el museo Marco se tuvo una muestra del arte de Botero, y “ahora tendremos el privilegio y el honor de tener también para siempre, como parte del patrimonio artístico urbano, Caballo, esa escultura monumental que ha venido cabalgando desde Europa hasta esta ciudad de Monterrey”.
Por otro lado, a las 22.30 horas del miércoles fue llevada la escultura del artista colombiano a la Explanada de los Héroes de la Gran Plaza, para colocarla provisionalmente frente al Palacio de Gobierno. Las maniobras fueron supervisadas por personal de la Agencia para la Planeación del Desarrollo Urbano y de la Secretaría de Obras Públicas.
La develación de la escultura será este viernes por el gobernador José Natividad González Parás y del propio Botero.
La monumental obra, hecha en bronce, costó un millón de dólares, fue donada por industriales de la construcción, tiene 1.5 toneladas de peso y mide 3.4 metros de altura.