TOROS
Sebastián Castella y Morante de la Puebla, hoy
Ayer por la tarde, poco antes del paseíllo, aún había boletos disponibles para la corrida de mañana, que celebrará el 62 aniversario de la achacosa y decaída Plaza México. Una de dos: o la delegación Benito Juárez ha implantado un sistema de vigilancia sin precedente en la historia de la tauromaquia mexicana, o los revendedores –que aparecen automáticamente como los zopilotes cuando huelen su alimento– prevén que por primera vez, desde la apertura del circular edificio, no habrá multitudes resueltas a pagar lo que sea con tal de entrar a la fiesta.
Y eso que el cartel de mañana es mucho menos interesante que el de hoy, en el que veremos alternar al máximo triunfador de 2006 y 2007 en la temporada española, el joven, fresco y pundonoroso artista francés Sebastián Castella, en una especie de mano a mano con el fino gitano Morante de la Puebla, al que acudirán como sobresalientes con derecho a estoquear dos reses cada uno, el valiente y esforzado Uriel Moreno El Zapata, y el protegido de Onésimo Cepeda y Jorge Hank Rhon, Alejandro Amaya, que jamás ha realizado una sola faena digna de elogio en el pozo de Insurgentes. Y que sin embargo volverá a actuar porque es mucho el dinero que lo respalda.
Los animales que saldrán por la puerta de toriles –lo que no garantiza que sean toros en el estricto sentido de la palabra– pertenecen a dos ganaderías, lo que habla una vez más de la nula seriedad de la empresa de Rafael Herrerías y Víctor Leal. Cuatro rumiantes son del hierro de Teófilo Gómez y presentan las siguientes características: el número 163 es un cárdeno oscuro de 522 kilos; el 205 un berrendo en cárdeno de 519; el 219 un negro bragado de 528, y el 223 un cárdeno oscuro de 515.
Claro que esos guarismos eran de cuando los bichos llegaron a la báscula de la plaza, antes de ser sometidos a una estricta dieta de agua con purgantes para que hoy, cuando salten al ruedo, no se pasen de listos. Y para complementar la dotación de carne vacuna, la ganadería de Barralva aportará cuatro ejemplares más: el 182, negro bragado y lucero, de 490 kilos; el 295, cárdeno oscuro de 500; el 131, negro zaino de 485, y el 161, negro bragado de 480.
Tal como lo adelantamos el lunes pasado en este espacio, la confirmación de alternativa de Joselito Adame se cayó, tras la cornada que el niño prodigio recibió en una axila el sábado anterior. Según los entendidos, Eulalio López El Zotoluco estaba listo para sustituirlo, pero anoche a última hora se dio a conocer que ese lugar lo ocupará Humberto Flores, debido a su rotundo triunfo de este domingo.
Como quiera que sea, a José Tomás debe moverlo a reflexión el hecho de que su nombre en el cartel de la corrida más importante del año no haya sido capaz de agotar el boletaje a menos de 48 horas del festejo. Algo muy distinto de lo que sucedió en Barcelona en junio del año pasado, cuando las entradas se vendieron con meses de anticipación. La indiferencia es el fruto que cosechan los que regresan de ultramar nada más para volver a llevarse el oro, como decían los clásicos.