Sugiere a la diputada Batres que presente la solicitud al grupo parlamentario del PRD

La petición para que renuncie ni me quita el sueño ni me preocupa: Zavaleta

Su salida urge, pues es la facilitadora de las reformas que interesan a AN y PRI, dice una carta

Enrique Méndez y Roberto Garduño

Ante la solicitud de la diputada Valentina Batres para que renuncie a la presidencia de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta Salgado aseguró que esa demanda tiene que ser presentada al pleno del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD). El asunto de la remoción “ni me quita el sueño ni me preocupa”, afirmó la legisladora impugnada.

Este martes, Batres formalizó en una carta que hizo circular entre sus compañeros su postura de destituir a Zavaleta, que presentó desde la plenaria del grupo en Los Cabos, y en el documento aseguró que la remoción de su compañera de bancada es urgente, debido a que se ha convertido “en facilitadora” de las reformas que le interesan a los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), y ante el riesgo, argumentó, de que no se sume a la denominada huelga legislativa y respalde la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex).

“El espacio de la presidencia solamente le pertenece al Partido de la Revolución Democrática”, dijo en el texto y aseguró que la destitución de Zavaleta Salgado se sostiene “ante la serie de agravios, así como el ridículo en que ha colocado a la fracción y a la poca capacidad política que ha demostrado”.

Agrega en su misiva: “Sólo el PAN y el PRI están felices con su gestión, por eso la han felicitado y defendido ampliamente por el papel que ha desempeñado, como el que cumplió en la reforma fiscal”.

La diputada Batres hizo circular la mencionada carta entre sus compañeros de bancada, pero se informó que únicamente la había respaldado con su firma la presidenta de la Comisión de Equidad y Género, Maricela Contreras.

Al concluir la sesión, e interrogada respecto de la exigencia de la diputada, Zavaleta respondió: “No tengo nada que decirle. Que lo presente al grupo (la solicitud de renuncia) y que éste lo discuta”.

–Pero está reuniendo firmas.

–Está bien.

–¿Le preocupa?

—Pues la verdad, no. No me preocupa. Ni me quita el sueño ni me preocupa.