Marchan a San Lázaro para exigir mejoras al gobierno de Felipe Calderón

Pensiones miserables y falta de atención médica denuncian militares en retiro

Calculan que entre 70 mil y cien mil elementos sufren graves penurias económicas

Enrique Méndez y Roberto Garduño

Unos 30 militares en retiro, generales, oficiales e inclusive enfermeras, realizaron ayer la marcha de la disciplina desde el Zócalo hasta la Cámara de Diputados para exigir que el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa cumpla el compromiso de incrementar sus haberes, que se les proporcione atención médica integral y se construyan asilos para su descanso.

La marcha fue encabezada por el general de infantería Samuel Lara Villa, presidente de la Federación de Militares Retirados Francisco J. Múgica, quien expresó que “el objetivo es que el alto mando y el mando supremo cumplan con la ley” y les incrementen su pensión.

Dijo que entre 70 mil y cien mil militares retirados se encuentran prácticamente en la miseria. “Esto es triste, lamentable e indigno; da coraje que no haya una atención cabal y verdadera”, expresó.

Los militares fueron recibidos por el diputado perredista Alfonso Suárez del Real, quien se comprometió a gestionar una reunión de trabajo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y afirmó que el gobierno de Felipe Calderón sí cuenta con recursos del presupuesto para aumentar las pensiones a los ex militares.

Al terminar la reunión, el general Lara Villa aseguró que los salarios de los militares en retiro deben ser iguales a los que están en activo, pero esto no se cumple en los hechos. A modo de ejemplo, el teniente coronel de caballería Pellegrín Villagómez Bazán aseguró que su pensión, después de 30 años de servicio, es de 11 mil pesos mensuales, cifra inferior a lo que percibe un subteniente del Ejército: 19 mil pesos.

Además se quejaron de que el ajuste anual de la inflación, que es autorizado en enero de cada año, no se les entrega hasta septiembre, “retroactivo” al primer mes, y cuestionaron que durante esos ocho meses el aumento sea “jineteado” por la Sedena.

Cuando se le preguntó cada cuándo reciben un aumento en sus pensiones, irónico el general Lara volteó a ver a sus compañeros de armas y les preguntó: “¿Cuándo recuerdan que nos hayan aumentado?” Los otros militares respondieron que el último fue en 2006, de 3.5 por ciento, correspondiente a la inflación, pero no se los hicieron efectivo hasta septiembre.

Al llegar la marcha a San Lázaro, Lara Villa aseguró: “Probablemente les parezca rara una manifestación de militares en la Cámara, pero a eso nos han obligado el mando supremo y los altos mandos, que no nos han hecho caso”.

Aseguró que a la movilización se le denominó marcha de la disciplina, porque si bien a los militares se les enseña a cumplir órdenes, “los que no cumplen son los que están arriba; la disciplina también es para el que manda. Y llegamos aquí obligados por las circunstancias”.

Refirió que a pesar de los ofrecimientos de Calderón, de mejorar los ingresos de los militares en retiro, la única respuesta aparente ha sido la distribución de volantes en los hospitales y comedores de la Sedena, en los cuales se asegura que habrá beneficios para quienes ya no están en servicio.

–Pero la Cámara aprobó recursos adicionales para este año.

–¿Y qué hacen con esos recursos? ¿Por qué no nos ha llegado nada, a pesar de las promesas? –volvió a cuestionar.