Legisladores dejan plantados a funcionarios o llegan tarde a las comparecencias
La Asamblea, tribuna para ajustar cuentas a correligionarios y opositores
En 16 meses, más de 150 servidores públicos han sido llamados a rendir cuentas
Durante los 16 meses de trabajo de la cuarta Legislatura, más de 150 funcionarios del Gobierno capitalino han comparecido ante una o más de las 35 comisiones de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF). Sin embargo, alrededor de 90 por ciento han iniciado, en el mejor de los casos, con 30 minutos de retraso, y otras han sido canceladas por falta de quórum.
En muchos casos los diputados locales han ejercido su facultad para convocar a servidores públicos para dirimir sus diferencias, ya sea como militantes del mismo partido o por ser oposición, pero no para hacer análisis objetivos e imparciales sobre su desempeño.
El ejemplo más claro es el del secretario de Desarrollo Social, Martí Batres Guadarrama, quien ha comparecido en cinco ocasiones por el supuesto mal uso de programas de gobierno. Ha sido convocado por diputados del PRD, de la corriente Nueva Izquierda. También está el caso del coordinador de la coalición Socialdemócrata, Jorge Carlos Díaz Cuervo. Asimismo, el del director general del Programa de Reordenamiento de Vía Pública, Héctor Serrano, quien refutó las aseveraciones de la diputada panista Margarita Fisher. Ésta, en su calidad de presidenta de la Comisión de Abasto y Distribución de Alimentos, lo citó para que explicara lo relativo al desalojo de los comerciantes ambulantes de calles del perímetro A del Centro Histórico.
A principios de 2007, la Comisión de Administración Pública local llamó a los 16 jefes delegacionales. La mayoría de las reuniones se iniciaron 30 minutos después de lo programado, en espera de que llegaran los legisladores.
El 16 de febrero, el jefe delegacional de Tláhuac, Gilberto Ensástiga Santiago, luego de esperar 45 minutos a los diputados, decidió retirarse. Entregó a la presidenta de la comisión, la panista Kenia López Rabadán, su informe por escrito.
Esa acción molestó a López Rabadán, quien minutos después de que Ensástiga Santiago salió del salón Luis Donaldo Colosio, en el recinto de Donceles y Allende, afirmó: “los invitados han tenido que esperar hasta una hora”.
En mayo, diputados del PAN y del Panal, que integran la Comisión de Vigilancia de la Contaduría Mayor de Hacienda, dejaron plantados a la contralora Beatriz Castelán, al procurador fiscal Rafael Espino y al contador mayor David Vega Vera, con el pretexto de que un día antes se habían reunido “en lo oscurito” con la presidenta de la misma, la perredista Estela Damián.
El 31 de noviembre, pese a que en dos ocasiones se había aplazado la comparecencia de los secretarios de Medio Ambiente, Martha Delgado, y de Obras y Servicios, Jorge Arganis, un día antes de la reunión el presidente de la Comisión de Preservación de Medio Ambiente, el prevista Leonardo Álvarez, se comunicó con los funcionarios para decirles que cancelaran su comparecencia.
La “propuesta” no fue aceptada por ninguno. Llegaron antes de las 11 horas al recinto de Donceles y Allende, donde esperaron casi una hora. El pevemista, pese a ser el presidente de la comisión, nunca llegó, por lo cual el perredista Avelino Méndez canceló la comparecencia.
Ese mismo día, por la tarde, a la mesa de trabajo de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública con el jefe delegacional de Milpa Alta, José Luis Cabrera, sólo asistió el presidente de ésta, el perredista José Luis Morúa, por lo que sin más explicación se suspendió.
Hoy comparecerá del secretario de Finanzas, Mario Delgado, ante la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, la cual se pactó realizar en un marco de civilidad.