Por Rocío Sánchez
Los estereotipos dictan que un encuentro
sexual es más romántico en la oscuridad.
Es verdad que cuando apagamos la
luz las sensaciones se intensifican, pero esto
puede no siempre llevarnos al final feliz de las
películas. Muchas veces es mejor estar con los
ojos bien abiertos.
Aunque las mayores preocupaciones de las
y los jóvenes actuales sean los embarazos no
planeados y el VIH/sida —en ese orden—, hay
otras varias consecuencias que puede traer el
contacto sexual sin protección. Existen por lo
menos otras nueve infecciones de transmisión
sexual (ITS) que en muchas ocasiones rebasan
incluso la barrera del condón.
Aunque sabemos que la mejor manera de
evitar infecciones es no teniendo relaciones
sexuales —como la mejor manera de evitar
accidentes de auto es nunca subirse a uno—,
para quienes deciden ejercer su sexualidad la
mejor prevención es usar condón y mantener
los ojos abiertos. Los síntomas de la mayoría de
las infecciones son visibles, por lo que mantener
la luz encendida unos segundos más puede ser la
diferencia entre la salud y varias visitas al médico.
Bacterias incómodas: clamidia
Entre las ITS más frecuentes está la clamidia,
una enfermedad causada por una bacteria
que puede infectar la vagina o los órganos
sexuales internos, como el cuello del útero y
las trompas de Falopio, o bien el recto, la uretra,
la garganta e incluso los ojos. Se transmite
a través del contacto sexual vaginal, anal u oral
cuando no se usa condón.
Según datos recabados en Estados Unidos, 70
por ciento de las mujeres que tienen clamidia no
presentan síntomas; lo mismo sucede con casi la
mitad de los hombres. Los síntomas, cuando los
hay, incluyen flujo vaginal anormal o secreción
del pene, ardor al orinar, dolor de vientre, naúsea,
fiebre, dolor durante el coito, sangrado.
Si la clamidia no es tratada puede causar
consecuencias graves a largo plazo. Si la bacteria
se traslada a los órganos reproductivos
femeninos puede dañar permanentemente a
las trompas de Falopio o al útero, lo que podría
llevar a la infertilidad o a embarazos ectópicos
—fuera del útero— que ponen en riesgo la
vida de las mujeres. Las complicaciones en los
hombres son poco comunes.
El tratamiento es fácil, se cura con antibióticos,
algunos de una sola dosis.
Gonorrea
Otra ITS causada por una bacteria es la gonorrea,
que se transmite a través de relaciones
sexuales vaginales, anales u orales desprotegidas,
sin necesidad de que exista eyaculación.
De igual forma, puede alojarse en la faringe si
se adquirió a través del sexo oral.
Algunas personas con gonorrea no presentan
síntomas, pero cuando sí los hay, tardan
en aparecer de uno a 30 días después de la
infección. En los hombres se presenta con
secreciones amarillas o verdosas por la uretra,
acompañadas de picazón y sensación urgente
de orinar, y en las mujeres a través de flujo
blanco, dolor al orinar, picazón o supuración
amarilla o verdosa.
La gonorrea, igual que la clamidia, puede provocar
problemas de fertilidad. En casos más graves,
pero mucho menos frecuentes, la gonorrea
podría extenderse hasta el torrente sanguíneo y
causar fiebre, escalofríos, ampollas o artritis.
El tratamiento para curarla es a base de
antibióticos. Dependiendo de la gravedad de
la infección, el tratamiento puede ser de una
sola dosis, durante un periodo de tiempo largo
o incluso requerir hospitalización.
Sífilis
Una de las infecciones más graves derivadas
de bacterias es la sífilis, que puede llegar a
afectar al cuerpo entero. Se trasmite por contacto
sexual vaginal, anal u oral, o por contacto
directo con las lesiones que provoca. Aunque
no siempre causa síntomas, esta infección
consta de cuatro etapas.
La primera consiste en una lesión sin dolor,
firme y redonda, en el sitio por donde entró la
bacteria, y que tarda entre nueve y 90 días en
aparecer. En la segunda etapa hay síntomas
parecidos a la gripe y pueden aparecer salpullidos
en las palmas de las manos, plantas de los
pies e ingles, principalmente. También puede
haber dolor muscular, llagas en la boca, cansancio
o protuberancias en las áreas húmedas del
cuerpo. Si la sífilis no se trata, en la tercera etapa
los síntomas desaparecen pero esto no significa
que se haya curado la infección.
La cuarta etapa es la de la sífilis final,
que consiste en daño al corazón, los ojos, el
cerebro, el sistema nervioso, los huesos o las
articulaciones. Esta fase puede durar años y
causar ceguera, enfermedad mental, parálisis,
enfermedades cardiacas o la muerte.
Esta infección puede diagnosticarse
mediante un examen de sangre y se trata con
penicilina. La mejor manera de protegerte es
usando condón, siempre y cuando no haya
lesiones presentes.
Los virus controlables: herpes
Los virus tienen la característica de que llegan
para quedarse. Una vez dentro del cuerpo solo
puede suceder dos cosas: que se desactiven y
no sean transmisibles o que queden en vida
latente después de causar síntomas de infección.
Este segundo caso es el del herpes, que
puede ser genital o bucal.
El herpes bucal son los conocidos fuegos que salen alrededor de los labios cuando se
tiene gripe. Aunque no siempre se transmite
por contacto sexual —el virus viaja fácilmente
en el ambiente—, el sexo oral sin protección
puede iniciarlo.
El herpes genital presenta llagas similares.
Se puede transmitir con el contacto de piel
con piel, es decir, tocando, besando o teniendo
contactos vaginales, anales u orales. Las
partes húmedas como la boca, la garganta, el
ano, la vulva, la vagina y los ojos se infectan
fácilmente. La piel es más vulnerable si hay
heridas en ella.
Si la infección es seria, pueden salir tantas
llagas en los genitales que te impidan orinar
y tus ganglios en la garganta, las ingles y las
axilas pueden estar inflamados. También puedes
presentar dolor de cabeza, fiebre, náusea
o cuerpo cortado. Las llagas pueden sanar
solas al cabo de unas tres semanas, pero si
ya las tuviste debes acudir al médico pues la
infección por herpes no es curable, aunque las
lesiones sí se pueden tratar. Además, el diagnóstico
es más fácil si acudes cuando tienes
las lesiones.
Papiloma humano
Una última infección por virus que no es
menos importante es la del Papiloma Humano
(VPH), cuya consecuencia más grave y comprobada
es el cáncer cérvico uterino, aunque
también hay estudios que sugieren que puede
causar cáncer de pene o incluso de garganta.
Este inquilino también se transmite por
contacto sexual no protegido y por el roce
entre pieles. Puede no dar síntomas, pero si los
hay, seguro te darás cuenta. Los condilomas
son verrugas que crecen en forma de racimos
o coliflores en el área afectada, que puede ser
la vulva, las ingles, la vagina, el pene, el escroto,
el ano, la boca o la garganta. Puedes llegar
a pasarlas por alto pues no duelen. El VPH
no puede curarse, pero las lesiones visibles
(condilomas o verrugas) sí pueden retirarse
mediante varias técnicas de cirugía.
Qué hacer en caso de sorpresas
Contra la clamidia, la gonorrea, la hepatitis
y la sífilis, el condón tanto masculino como
femenino es una excelente herramienta de
prevención, pues se transmiten principalmente
a través de los fluidos sexuales.
Pero para el herpes y el VPH, los riesgos son
mayores, pues se alojan en la piel de los genitales
o de otras partes del cuerpo, mientras
que los condones sólo evitan el contacto entre
zonas muy específicas.
Es muy importante que observes tus genitales
periódicamente, con ayuda de un espejo
si es necesario, para estar pendiente de cual-
XXY Dirigida por Lucía Puenzo (Argentina, 2007)
quier cambio en la piel y cualquier secreción
anormal. Si contraes una ITS es muy importante
que dejes de tener relaciones sexuales hasta
no ser tratado y, en caso de que tengas una
pareja habitual, ambos reciban el tratamiento
adecuado.
Pero para llegar al tratamiento, primero hay
que saber a dónde acudir. Lo ideal es visitar a
médicos especializados como ginecólogos o
urólogos, según el caso. Las organizaciones
civiles y más recientemente las autoridades
de salud saben que para un adolescente es
difícil acudir a un médico sin que le pidan la
presencia de su papá o mamá, así que han
desarrollado servicios que ha llamado “amigables
con el adolescente”.
Si detectas cualquier anormalidad en tus
genitales puedes acudir a organizaciones no
gubernamentales como Mexfam —que tiene
consultorios en gran parte del país— o a la
Clínica @dolescentes, en la ciudad de México.
Sus servicios tienen un costo, pero es mucho
menor a lo que pagarías en un consultorio
particular cualquiera.
En cuanto a las instituciones públicas, el
Centro Nacional de Equidad de Género y
Salud Reproductiva te ofrece la página web
www.yquesexo.com/index1.html, donde encontrarás
información sobre los servicios médicos públicos
para adolescentes en tu estado.
Las puertas de entrada del VIH |
Cuando una persona es diagnosticada con alguna ITS, es un foco de alerta para realizar un examen de VIH.
La primera y lógica razón para hacerlo es que la presencia de otra infección indica que muy probablemente la persona ha sostenido relaciones sexuales sin condón. |
Pero no es solamente eso. Varias de las otras ITS hacen al organismo más vulnerable ante un contacto con el VIH, según las características de la infección. De acuerdo con los Centros para el Control de Enfermedades (de Estados Unidos, la presencia de clamidia en una mujer, por ejemplo, indica un riesgo hasta cinco veces mayor de adquirir el VIH.
De igual forma, si una persona tiene llagas abiertas derivadas de alguna otra infección al momento de un contacto sexual sin protección, el VIH tendrá una gran puerta abierta al organismo. |
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