Urge modernizar las relaciones laborales entre universidades y gremios: Arias Lovillo
Luego de que la madrugada del sábado la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) declarara inexistente la huelga del Sindicato Estatal de Trabajadores al Servicio de la Universidad Veracruzana (Setsuv), el rector Raúl Arias Lovillo calificó de “hecho histórico” esa decisión y afirmó que con ésta se da una señal “muy importante al resto de las universidades públicas del país, pues es necesario establecer nuevas relaciones laborales entre universidades y sindicatos”.
Destacó que se “destruye la idea de que todas las huelgas son en favor de los trabajadores”, e insistió en que la institución presentó la “mejor propuesta salarial en el país, lo que demuestra que había voluntad de no ir a la huelga, porque se destruye un prestigio difícil de construir en la vida cotidiana de las universidades públicas”.
Aseguró que es momento de dejar atrás los “viejos mitos de que en un conflicto hay ganadores y perdedores. Hay que verlo en una perspectiva en la que todos podemos ganar” y agregó que como rector de la UV, “lo que estoy haciendo es una inversión para el futuro, quiero quitar de una vez por todas un conflicto que se repite año con año, donde nos estamos pichicateando pesos y centavos, cuando se trata de impulsar una fórmula de ganar-ganar”.
Añadió que la Ley Federal del Trabajo se ha convertido en uno de los “obstáculos más grandes del país, por lo que requerimos con urgencia una reforma que modernice nuestras relaciones laborales”, pues insistió en que la ley “no ha permitido mejorar los salarios de los trabajadores ni una democratización real de las organizaciones (sindicales), y nos preguntamos de qué sirve, solamente como un obstáculo para flexibilizar las relaciones laborales que permitan elevar la competitividad en las regiones y en el país”.
En entrevista por separado, Arturo Alcalde, abogado laboral y asesor jurídico del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana, aseguró que es precisamente la falta de un nuevo modelo laboral que garantice un “salario digno al trabajador universitario lo que propicia que miles de empleados ganen salarios de gente pobre”, y agregó que se requiere un trabajo conjunto de autoridades y sindicatos universitarios para detener la creciente precariedad salarial.
Afirmó que una de las demandas más importantes para los trabajadores universitarios es “disminuir el creciente abismo salarial entre empleados de confianza y sindicalizados, pues en muchos casos la diferencia en sus percepciones varia de 120 mil a 3 mil 500 pesos, situación que es totalmente inaceptable”.