Incluye proyectos compartidos con la IP
Presenta Pemex estrategia de cambios para la modernización
Las reformas legales que se pretende consensuar con los legisladores para permitir la participación de terceros en Petróleos Mexicanos (Pemex) abarcan la apertura al capital privado en transporte, almacenamiento y distribución de petróleo, petrolíferos y petroquímicos básicos.
Además se busca la apertura de la industria petrolera para permitir la convivencia del capital público y privado con esquemas de asociación de riesgo compartido para proyectos intensivos en inversión y tecnología, como la exploración y explotación en aguas profundas.
Para eso se requieren reformas y adiciones a la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional en materia de petróleos, y de la Ley de la Comisión Reguladora de Energía, revela un amplio diagnóstico de Pemex sobre la situación actual y sus perspectivas, cuyo contenido fue presentado a Felipe Calderón al principio de su gestión.
El documento, que abarca un horizonte de 2007 a 2015, fue presentado en 53 diapositivas y consta de cinco capítulos. Ahí se muestra desde la estructura organizacional y situación actual hasta los resultados esperados de la estrategia.
Entre las propuestas destaca reformar las leyes Orgánica de Pemex y organismos subsidiarios y la Orgánica de la Administración Pública Federal.
Señala que es necesario modificar el artículo 6 de la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional para celebrar los “acuerdos de unitización”, que permitirían la explotación de yacimientos transfronterizos, designar un solo operador y compartir los beneficios, eliminando pagos en efectivo, y exceptuar a estos proyectos de las leyes de Obras Públicas y de Adquisiciones.
En la estrategia de reformas destaca la creación de una “autoridad que ejercería los derechos sobre los hidrocarburos, otorgando permisos, asignaciones y concesiones para poder usufructuar” los yacimientos petrolíferos del país. Para esta propuesta se reformarían los artículos 27 y 28 constitucionales.
Del análisis del documento se observa que los propios directivos de Pemex reconocen que, a escala mundial, la paraestatal es la novena compañía de crudo y gas, con ventas superiores al billón de pesos.
Sin embargo, también se desprende que, no obstante sus ventas y su importante contribución al erario, la inversión pública directa gubernamental en los siete años recientes apenas fue de 15 mil millones de dólares, lo que significa una inversión promedio de sólo dos mil 500 millones de dólares por año.
Lo anterior significa que las autoridades de Pemex reconocen que a pesar de que es una empresa de probada rentabilidad, la escasa o nula atención presupuestaria, sobre todo en materia de inversión, y la elevada carga fiscal que enfrenta, son las principales causas de sus problemas.
Al respecto, Mario di Costanzo, secretario de la hacienda pública del “gobierno legítimo”, que encabeza Andrés Manuel López Obrador, advirtió que pese a que en el discurso de Felipe Calderón y de los legisladores de PRI y PAN se niega que la reforma busque la “privatización del petróleo”, la escasa o nula inversión gubernamental en Pemex, combinada con la apertura al capital privado, permitiría que los nuevos inversionistas se adueñaran paulatinamente de la renta petrolera nacional, que es equivalente a privatizar a la industria del petróleo.