En su propia voz
Ampliar la imagen Varios edificios aledaños al sitio de la explosión resultaron afectados por la onda expansiva Foto: La Jornada
Ampliar la imagen José Cruz Álvarez: “Sentí cómo se estremeció la tierra” Foto: Roberto García Ortiz
Ampliar la imagen Bernabé Rivera: “Imaginé que se trataba de un tanque de gas que había explotado”
Ampliar la imagen Jaime Guillermo: “Sentí el golpe de la onda expansiva, fuerte, sofocante, caliente”
Ampliar la imagen Maricela Vázquez: “Se cimbró todo el mercado Insurgentes”
Valentina Millán
Fue como un trueno, un relámpago. Salí y ví que el cielo estaba azul. Pero los vidrios vibraron y entonces pensé en una explosión. Fue muy grande el estruendo, porque los vidrios se movieron, igual que cuando tiembla. Enseguida empezamos a ver helicópteros y a oír sirenas, imaginé que había sido una explosión de gas. Me asomé a la ventana, pero no se veía nada. Me inquietaba la vibración de los vidrios. Yo vivo en la calle de Puebla y trabajo en Medellín, y a pesar de que estamos lejos, aquí lo sentimos. Me llené de miedo. Fui a mi casa y todo estaba en orden. Volví al trabajo. No se veía nada pero la gente decía que había sido en un hotel, otros que era un tanque de gas, pero no había humo ni llamas ni nada.
Maricela Vázquez
Se cimbró todo el mercado Insurgentes; yo trabajo ahí en una cocina económica. Pensamos que había sido un tanque de gas, pero no sonaba así, porque movió el mercado. Preparaba los alimentos y sentí que algo me aventó y las piernas se me movieron, pero fue el piso con el estruendo. Yo me pregunté ¿qué pasa? Seguí atendiendo el negocio, tenía clientes, eran como las 2:15 o 2:20 de la tarde y es cuando empieza la hora de la comida. Las personas comenzaron a comentar entre sí que eran balazos, pero no sonó así. Todos nos mirábamos como para preguntarnos entre nosotros qué pasó. Algunas personas si salieron a la calle para ver. Era una sensación rara y luego se escucharon a los policías y la gente murmuraba, pero nadie sabíamos qué había pasado.
Alfredo Jiménez
Caminaba cerca de la Secretaría de Seguridad Pública y se escuchó una explosión; la gente que caminaba por la calle se quedó desconcertada. No sabían ni que pensar. De hecho, salió corriendo un fotógrafo de la dependencia y atrás de él salieron policías. Todos empezamos a correr porque pensábamos que a lo mejor era un edificio, el ruido se escuchó muy fuerte. Pero al llegar vimos el impacto, vimos las ventanas rotas del edificio que está a un lado del terreno baldío. Estuvo muy fuerte. Yo nunca había escuchado un sonido igual, cuando llegamos había una capa de humo, la mayoría pensó que era una explosión de un tanque de gas y de inmediato se puso una valla de policías. Empezaron a comunicarse por radio, no se veía nada pero la gente se imagina que algo había pasado.
José Cruz Alvarez López
Escuché el tronido muy fuerte y hasta sentí cómo se estremeció la tierra, pero nunca ví nada; estaba trabajando frente a la tabla de la carne al pastor, de espaldas, y no vi, pero si sentí. Fue como un temblor y de inmediato imaginé que estaban explotando los tanques de gas y que sí estaba temblando. Me quedé parado, pero la gente salía de todos lados: primero corrían al contrario de donde se escuchó la explosión, luego miraron para atrás y al ver que no había nada, ni fuego ni humo, se regresaron para ver qué pasaba. Los clientes también salieron a ver y yo me quedé para cuidar el negocio, porque los encargados también se salieron a ver.
Jaime Guillermo
Se escuchó muy fuerte, fue como una detonación, como si hubiera explotado un tanque de gas. Mucha gente corría, entre ellos muchos policías. La gente gritaba, no sabían donde era. Yo veía que los policías corrían en dirección de avenida Chapultpec, pero no se veía nada. Las calles eran un caos. Las personas estaban por todos lados porque como no se veía nada no tenían orientación, ni siquiera sabían para donde correr. Después llegaron granaderos, patrullas, policías, helicópteros. Yo pensé que era una pipa o un tanque de gas, porque como aquí hay muchos restaurantes, pero no se veía nada, no olía a nada y estaba la duda. Sentí el golpe de la onda expansiva, fuerte, sofocante, caliente.
Bernabé Rivera
No se vio, sólo se escuchó una explosión de uno, dos o tres segundos. Bien seco pero bien fuerte. Se cimbraron todos los vidrios; eso fue lo que yo escuché en el momento. Ya después salí y toda la gente miraba hacia la avenida Chapultepec. Tenía temor y no me cruce ni fui a ver más. Los patrones se fueron a asomar y se quedó solo el puesto; yo estaba con la impresión del impacto. Físicamente lo sentí en los oídos, fue tan alto que me causó una impresión muy fuerte; lo que imaginé fue que se trataba de un tanque de gas estacionario que había explotado, y que pudo haber perdido la vida una persona, eso fue lo que yo escuché. La gente se alarmó mucho porque se escuchó dos calles atrás y se empezaron a aglomerar. Todos estábamos con la impresión de saber si era un incendio o qué, porque a simple vista no se veía nada.
Carlos Ramírez
Yo iba caminando por la calle y de repente se escuchó un estruendo, como un derrumbe provocado por alguna explosión, pero enseguida sentí un aventón y como que en los oídos se me bajó el sonido, así como cuando te pones cerca de una bocina y de repente suben el volumen a todo lo que da, primero lo sientes pero después pareciera que se va. Luego luego pensé: “ya les pusieron una bomba”, y me reí, pero al llegar a la esquina vi cómo corría gente por todas partes y había policías, entonces sí que me espanté porque sentí que sí se trataba de una bomba, aunque no veía nada. Cuando empezaron a correr los policías yo también corrí, pero para el otro lado y luego la gente los seguía, entonces me quedé un rato parado y se hizo la valla de granaderos. Llegaron patrullas, vino el secretario de Seguridad Pública y de inmediato se acordonó la zona. No sé por qué me acordé de los detenidos con el arsenal hace algunos días.