Al año se diagnostican 6 mil nuevos casos en el país, la mayoría en estadios avanzados
Advierten especialistas de alta incidencia del cáncer prostático
Médicos del Incan recomiendan que a partir de los 40 años de edad los varones se sometan a pruebas anuales de detección de tumores
Sugieren consumir una dieta baja en grasas animales
San Luis Potosí, SLP, 15 de febrero. Entre los hombres mayores de 50 años que tienen cáncer, el de próstata es la principal causa de muerte, mientras tres de cada 10 individuos de este grupo de edad son portadores del tumor, el cual representa un desafío oncológico, porque en la mayoría de los casos la detección se realiza en estadios avanzados, aseguró Miguel Ángel Jiménez Ríos, jefe del Departamento de Urología del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
De acuerdo con la información estadística más reciente, al año se diagnostican 6 mil nuevos casos de cáncer de próstata; sin embargo, el especialista señaló que en el país no existe un registro exacto del padecimiento, por lo que la cifra puede ser mayor.
Al continuar los trabajos de la 25 Reunión Académica Anual del Incan, Jiménez Ríos destacó que por falta de información, los varones no se realizan las dos pruebas que son indispensables para la detección temprana del tumor: la medición del antígeno prostático y el tacto rectal.
No obstante, reconoció la dificultad que existe, aun cuando se realicen estos dos exámenes, para descartar o confirmar la presencia del cáncer, debido a que no existe un marcador específico para esa enfermedad y porque la alteración de la próstata puede originarse por diferentes causas, las cuales no necesariamente están vinculadas con un tumor. Entre otras está montar a caballo, andar en bicicleta, pasar sentado muchas horas y retención aguda de orina con infección de vías urinarias. De ahí la importancia de que a partir de los 40 años de edad, los hombres acudan anualmente con el urólogo para su revisión y seguimiento.
Del total de casos de cáncer de próstata que se detectan en el país, siete de cada 10 pacientes llegan a los servicios médicos cuando éste ya se ha extendido a otras partes del organismo (metástasis). Sólo tres tienen un tumor localizado y con posibilidades de ser curado.
Jiménez Ríos también comentó otros factores de riesgo, como los antecedentes familiares. En las personas cuyo padre o algún hermano ha tenido la enfermedad, el riesgo de desarrollar el tumor es cuatro veces más alto con respecto de quienes carecen de parientes en esta condición, mientras que si la neoplasia ha existido en dos o tres familiares directos, el riesgo sube de seis a ocho veces. En las personas sin antecedentes familiares el riesgo es de 20 por ciento, indicó.
Durante la sesión de este día de la reunión del Incan, Mario Solares Sánchez, médico adscrito al Departamento de Urología del instituto, habló de investigaciones en curso de las que ya se han desprendido evidencias sobre algunos mecanismos efectivos para prevenir el desarrollo del cáncer de próstata.
El experto mencionó que las grasas animales son la síntesis para la formación de colesterol y éste, a su vez, es la base para la formación de las hormonas sexuales masculinas, de las cuales depende el tumor. Por ello, la dieta debe tener bajo contenido de grasas animales.
Solares se refirió a los avances que se han obtenido en investigaciones sobre el potencial de los tratamientos de quimioterapia como preventivos del cáncer de próstata.
En particular, comentó acerca del que se realiza en Estados Unidos, sobre la eficacia de Finasteride, en los casos de los varones que salen con antígeno prostático elevado, un tacto rectal normal, pero que en la biopsia se localiza una lesión premaligna.
En estos casos, con el uso de la quimioterapia se busca evitar la progresión del cáncer. Aunque la investigación ha dado resultados alentadores en materia de prevención del tumor, todavía se requiere esperar mayor tiempo para confirmar la eficacia de la terapia, dijo.
Por otra parte, Jiménez Ríos también dio cuenta de los avances en materia de cirugía del cáncer de próstata, la cual ya se empieza a realizar en México por vía laparoscópica.
Sin embargo, expuso, el paso inevitable es la incorporación de la robótica, técnica que ya es rutinaria en algunos países desarrollados.