Las altas temperaturas causarán que las variedades de vino se alteren en todas las zonas
Alerta mundial por los efectos del cambio climático en la vinicultura
Los caldos tendrán exceso de alcohol y bajará su calidad, coincidieron en afirmar expertos reunidos en el segundo congreso internacional sobre el tema, en Barcelona
Hasta ahora, el fenómeno es relativamente positivo para algunas regiones, minimizó el enólogo Michel Rolland
Barcelona, 15 de febrero. Los efectos del cambio climático cambiarán el mapa vitivinícola y el vino en el mundo, según las primeras ponencias del segundo Congreso Internacional sobre Cambio Climático y Vino, que se inauguró este viernes en Barcelona.
“El calentamiento ya hace sentir sus consecuencias. La vendimia se adelantó 10 días en casi todas las regiones vinícolas”, indicó el francés Bernard Seguin, responsable de los trabajos de investigación del clima para el Institut National de la Recherche Agronomique, en Avignon, Francia.
Experto en áreas como la micrometeorología y los efectos de la climatología en la agricultura, Seguin dijo que el cambio climático “ya es un hecho y no algo de ciencia ficción”, como se consideraba cuando saltaron las primeras alertas.
“El vino y el mapa de la viticultura cambiarán en un grado que dependerá de la actitud con la que lo enfrentemos. Si el calentamiento ronda los 2 o 3 grados, podríamos adaptarnos para que Burdeos siga siendo Burdeos, Rioja siga siendo Rioja y Borgoña, Borgoña”, añadió, pero “si van a los 5 o 6 grados, habrá que enfrentar grandes problemas y los cambios serán más rudos”, advirtió.
El vino debe madurar lentamente, ya que una maduración acelerada por el aumento de las temperaturas y la falta de lluvia perjudica primero a la uva y luego al vino.
“Al madurar más rapidamente la uva, se obtienen más altas concentraciones de azúcar, baja concentración de ácidos y un pH más alto”, destacó, por su parte, el español Fernando Zamora, decano de la Facultad de Enología y profesor titular de la Universidad Rovira i Virgili, en Tarragona (Cataluña).
Alarma por la calidad
Los expertos coinciden en alertar que la situación provocará un desfase entre la madurez de la pulpa, la piel y las semillas, lo que provocará vinos con exceso de alcohol, lo que atentaría contra la calidad aromática del vino, además de que será más caro en aquellos países donde se castiga fiscalmente la alta graduación alcohólica.
Según Vicente Sotés, catedrático de la Universidad Politécnica, de Madrid, “cambiarán las variedades en casi todas la zonas”, y algunas regiones que siempre produjeron vinos de calidad se verán especialmente afectados.
Richard Smart, técnico australiano que desde hace 20 años alerta sobre los peligros del cambio climático para el vino, dijo que con los efectos que tiene el fenómeno para la vida humana “parece una frivolidad preocuparse por el que tiene sobre el vino”.
Pero a eso “me dedico, sabiendo que es muy pequeño respecto de los desastres que podrá causar el fenómeno”, apuntó.
En este congreso se debatirá durante dos días sobre los efectos que tiene el cambio climático en la industria del vino.
Con la participación de 350 expertos de unos 36 países, el encuentro será clausurado vía satélite por el ex vicepresidente estadunidense Al Gore, Nobel de la Paz y premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2007.
Opiniones expertas
Durante el congreso, dos de los más importantes enólogos del mundo, los franceses Michel Rolland y Jacques Lurton, coincidieron en una visión menos pesimista sobre el futuro del vino.
Rolland, asesor en la creación de nuevos vinos de bodegas en 13 países y creador de estilos de vino influyentes, dice que el fenómeno obligará a un “cambio de comportamiento” de los productores.
“Por ahora, el calentamiento es relativamente positivo para ciertas zonas”, explicó Lurton.
En algunas áreas de Francia las variedades de uva se trabajan “al límite climatico”, explicó el representante de la quinta generación de una de las familias con más renombre en la viticultura de Burdeos. “Aún hay margen” para enfrentar el calentamiento, agregó.
Lurton estima que se producirá una especie de “rotación”, por ejemplo, entre variedades como el cabernet sauvignon y el merlot, que crecen a diversas alturas y maduran con diferentes temperaturas y que, dependiendo de ello, dan diferentes grados de alcohol.
“Hay que relativizar”; aquí, en el hemisferio norte, “aún no hay problema para el vino”, y en el sur, Argentina y Chile tienen “enorme potencial”, añadió.
En cuanto a sus predicciones, Lurton es más de la idea de que “cambiará el estilo del vino. Tal vez dentro de 20 años haremos el que hace California”, concluyó.
Rolland, por su parte, explicó que “el fenómeno no nos ha hecho modificar la cuestión técnica.
“Hay que cambiar de mentalidad, y que el productor consuma menos agua y energía. No respetar esos códigos no favorece la calidad del vino”, concluyó.