Así suena el mundo
El sonido del mundo. El título del disco es inmejorable, Sound of the World (Warner Music), porque la manera como suena el mundo puede ser por igual inefable que perfectamente explícita.
Los sonidos de la naturaleza, la voz humana y los artefactos que el hombre ha inventado para dar forma a su alma han producido testimonios que otorgan sentido a la existencia. El álbum doble Sound of the World es “una selección de la mejor música de todo el derredor del mundo”, como dicta la portada y da crédito a Charlie Gillett, quien desde hace 32 años comparte sus hallazgos discográficos en programas radiales y actualmente en la prestigiada BBC de Londres.
Los 33 tracks trazan el nuevo mapamundi que nos rige: su signo, el movimiento, su huella, la migración, la cultura trasterrada, los viajes por igual en aeroplano que por tierra o en balsas clandestinas, la pobreza que se mueve en éxodo y lleva en sus mentes y en sus corazones sus tesoros de identidad, de dignidad, entre los cuales la música es el bien común que nos comparte este álbum formidable que está tan bien estructurado que no padece de los defectos que hace a muchos de estos cernidos o antologías mazacotes disparatados de dulce, chile y manteca.
No, en este caso uno escucha una edición muy inteligente, más que un muestrario, de músicas que si bien no tienen mucho que ver entre sí en cuanto a su lógica constructiva, establecen un hermoso sistema de vasos comunicantes y el mérito se debe al editor, antologador y que recibe en la portada el crédito de “DJ” (díyei, nueva figura de la creatividad musical en el mundo, nuevo escribano de la cultura sonora, administrador de bienes auditivos, curador de oídos desde el tornamesas o los sistemas de archivos fonotécnicos).
Encontramos –virtud de las buenas antolo-gías– autores que ya conocemos, pero sobre todo descubrimos nuevas querencias. Es decir, que a partir de un simple track, uno puede acudir al disco entero del artista que aquí se muestra. De manera que figuran músicos que ya hemos reseñado en el Disquero (el más reciente de los cuales es el coro masculino Ladysmith Black Mambazo, o bien el extraordinario combo argentino GoTanProject) por igual que hallazgos formidables como Abida Parveen, auténtica sucesora del maestro Nusrat Fateh Ali Khan, o bien la mongola Urna, que culmina el álbum de manera estremecedora. Timbuktú hace esquina con Colombia hace esquina con Miami hace esquina con Cabo Verde con Etiopía con Eslovenia con Uganda con Cuba con México. Con el planeta entero que así se vuelve un crucero interminable, una maraña de esquinas urbanas que provienen de los campos y rincones recónditos. Una respuesta efectiva a la pregunta que nunca formuló Hemingway: ¿por quién doblan las esquinas?