Critica el PRD la decisión de no profundizar en las indagatorias sobre espots no reportados
El IFE optó por ocultar que en 2006 se rebasaron topes de gastos
Son 281 mil promocionales
El sol azteca admite que el instituto sólo contabilizó 30 por ciento de los anuncios que contrató
PAN y PRI-PVEM se hallan en situación similar, dice
Ampliar la imagen Sesión extraordinaria del Consejo General del IFE realizada el pasado 15 de febrero Foto: Carlos Ramos Mamahua
La decisión del Instituto Federal Electoral (IFE) de cancelar la posibilidad de profundizar en las investigaciones a los 281 mil espots no reportados impedirá conocer si el Partido Acción Nacional (PAN), la Alianza por México (integrada por los partidos Revolucionario Institucional y Verde Ecologista) y la coalición Por el Bien de Todos (partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia) rebasaron los topes de campaña presidencial en 2006. De acuerdo con las estimaciones que hizo el PRD, el monitoreo del organismo sólo reportó 30 por ciento de los promocionales que en realidad compró el sol azteca, por lo que un ejercicio similar en sus adversarios evidenciaría “el rompimiento de los topes de campaña” de los otros organismos políticos.
De acuerdo con el representante del PRD ante el IFE, Rafael Hernández, la empresa Ibope solamente reportó al instituto el monitoreo de 752 mil 14 espots de radio y televisión, que fueron contratados por todos los partidos y coaliciones contendientes. Sin embargo, según el reporte relacionado con la coalición Por el Bien de Todos, había 165 mil 145 promocionales contratados, cuando esta alianza reconoce haber comprado en medios de comunicación 456 mil espots.
Existe una variación –comentó en entrevista Hernández– de 70 por ciento, que si se proyecta en el caso de la Alianza por México y el PAN revelaría claramente que rompieron con mucho el tope. El representante perredista indicó que, según las cifras oficiales del monitoreo del IFE realizado por Ibope, la Alianza por México contrató 304 mil 177 promocionales en radio y televisión, mayor cantidad que cualquier otro contendiente en la elección.
Una proyección de la misma variación que reflejan las cifras del PRD, añadió Hernández, “nos llevaría a colocar la cifra real de promocionales adquiridos por la Alianza por México en un millón 13 mil 423”. Conforme a los datos que oficialmente reconoce el IFE como gastos de la campaña presidencial de PRI-PVEM, el gasto total efectuado por Roberto Madrazo se ubicó en 648.6 millones de pesos, es decir, alrededor de 3 millones por debajo del tope de campaña admitido de 651.4 millones.
La lógica perredista es que el voto en contra de los consejeros para rechazar una mayor investigación en los casos de Nueva Alianza y el propio PRD –por analogía aplicable a la Alianza por México y al PAN– perdonó deliberadamente la evidente violación del tope de campaña.
En el caso de Acción Nacional, el margen de gasto en la campaña presidencial tiene mayor margen con respecto a la Alianza por México, pues, de acuerdo con el reporte del IFE, alcanzar la Presidencia de la República le implicó a Felipe Calderón un gasto de 584.8 millones de pesos. Ciertamente, en su momento se cuestionaron los criterios para descargar de ese gasto los millonarios recursos que en nombre de los legisladores del blanquiazul se realizaron y no se adjudicaron al abanderado presidencial, conforme a lo que había venido aplicando el Instituto Federal Electoral.
Las cifras oficiales que da Ibope respecto de la publicidad contratada por el PAN arrojan que adquirió un total de 249 mil 548 espots, por lo que, aplicando la misma proyección a partir de los datos del PRD, Hernández estimó que en realidad contrató 831 mil 826 promocionales.
En el caso del sol azteca, el gasto de la campaña de Andrés Manuel López Obrador fue de 616.1 millones de pesos, aunque con la decisión del IFE ya no hay manera de indagar cuántos de los poco más de 23 mil espots que formalmente fueron reconocidos como no reportados deberían ser asignados al candidato presidencial, y el posible impacto que esto tendría en el tope de campaña.
Los consejeros electorales aprobaron un dictamen en que ya no se efectuó esta repercusión, y en el que hubo irregularidades tales como avalar que “Televisa Radio es repetidora del Grupo Acir”, entre otras inexplicables interpretaciones que hizo el IFE para perdonarle –conciliar, le llama el discurso institucional– al PRD miles de espots.
Tras la renuncia de Francisco Guerrero a la titularidad de la Unidad Técnica de Fiscalización, el consejero presidente, Leonardo Valdés, deberá designar a un nuevo responsable de avalar el dictamen –en los mismos términos, según la lógica– del Partido del Trabajo. El plazo para desahogar este recurso vence el próximo 29 de febrero, por lo que el nombramiento deberá realizarse en breve.
Valdés ha comenzado a tener problemas en sus designaciones. El viernes pasado impulsó a Miguel Fernando Santos Madrigal como director ejecutivo de administración, nombramiento que fue avalado por la mayoría de los consejeros como “voto de confianza”, aunque recibió cuestionamientos por la falta de experiencia en este tipo de cargos. Sin embargo, el caso de Luis Fernando Ramírez fue aún peor, pues Valdés tenía previsto designarlo coordinador nacional de comunicación social, aunque es licenciado en derecho. La propuesta debió ser retirada porque no cuenta con título profesional.
Así, con la improvisación como antecedente, Valdés deberá designar a un nuevo funcionario en una de las áreas más delicadas: la Unidad Técnica de Fiscalización.