Critica a comisionada de la ONU para derechos humanos
“Ingenuo, pensar que el Ejército es inmune a la corrupción”: Iglesia
Luego de señalar que sería “ingenuo” pensar que el Ejército Mexicano es inmune a la corrupción, el semanario Desde la Fe, que edita la Arquidiócesis Primada de México, consideró urgente que el gobierno federal dé a conocer los mecanismos que utilizará para suplir paulatinamente a las fuerzas armadas en la lucha contra el narcotráfico, con miras a salvaguardar la institucionalidad y el prestigio de la milicia.
En su editorial, la publicación católica advirtió que las policías, las fuerzas armadas y las autoridades judiciales tienen una enorme responsabilidad para devolver la seguridad a este país, combatiendo frontalmente a la delincuencia organizada y a las poderosísimas mafias de criminales.
Sin embargo, señaló que la transformación de la sociedad no está ni en el Ejército ni en la policía, sino en el compromiso de todos los sectores de la sociedad y en las políticas públicas que propicien un México más justo, en iniciativas que consoliden la educación en la familia y la participación más comprometida de todas las instituciones, comenzando por los medios de comunicación, con mayor responsabilidad social. La Iglesia, dijo, tiene que dar ejemplo de su compromiso, con su testimonio y con su trabajo.
La publicación hace referencia también a la reciente visita que realizó a México la “desprestigiada” alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, a quien identificó como una abierta defensora del “asesinato de los niños en el vientre materno”. Recordó que durante su estancia, Arbour hizo algunas observaciones al gobierno mexicano en relación con la lucha contra el crimen organizado, en especial sobre el papel que juega el Ejército en esta tarea.
La comisionada planteó la conveniencia de que las fuerzas armadas pronto puedan volver a sus cuarteles y no sean causa de acciones contra los derechos humanos de la población civil; “sin embargo, como en muchos otros casos, este organismo internacional nada aportó a la solución de fondo del problema”, señala Desde la Fe.
Al mismo tiempo, indicó que esta intervención del Ejército se debe, primero, a la gravedad del problema que pone en peligro a la sociedad entera y, segundo, a la corrupción que esta actividad ha generado en todos los niveles.
“Pero no podemos ser ingenuos al pensar que el Ejército pueda ser inmune a estos males y proclive a posible violaciones a los derechos humanos, por lo que resulta urgente que el gobierno federal dé a conocer cómo irá supliendo a las fuerzas armadas con miras a salvaguardar su institucionalidad y prestigio, y suplirlo con una policía profesional”, concluyó.