Ciudad Perdida
Rumores sin sustento
Autoridades federales insisten en culpar al narcopoder
Crónica de la vida de las delegaciones
Las agencias federales encargadas del combate a la delincuencia se esforzaron, en los dos días recientes, por culpar al narcopoder del bombazo que sacudió la opinión pública el fin de semana pasado, y que seguramente dará mucho de que hablar en los próximos días. Aunque ayer mismo, por alguna razón desconocida, han levantado algunas otras hipótesis al respecto.
Podría ser, eso no se puede descartar, que la bomba que estalló en las proximidades de la Secretaría de Seguridad Pública del DF estuviera destinada a dar un aviso a las autoridades capitalinas sobre el poder de los grupos que trafican con drogas.
Los éxitos de la policía capitalina, que capturó a dos importantes grupos de delincuentes en posesión de armas de alto poder durante las semanas recientes, podrían haber despertado la necesidad de venganza entre los jefes mafiosos, que con el estallido del artefacto querrían inhibir el accionar de las policías de la capital del país.
No es posible, en una mente medianamente informada, descartar la posibilidad, pero lo sorprendente es que esas mismas mentalidades pretendan concluir, desde ya, sin mayor profundidad en la investigación, que sólo el narcotráfico puede atacar al gobierno, y no nada más al del DF, que sería la novedad, sino al federal, como ha venido sucediendo.
Las especulaciones de las dependencias federales, que por el momento no pueden ser más, tienden a señalar que la ciudad de México se ha convertido en otra de las arenas de la guerra entre el gobierno y el narcopoder, según las primeras declaraciones, y daría razón a quienes pretenden meter a las agencias federales a las calles de la capital del país.
Por eso, para muchos, cualquier otra hipótesis está descartada, aunque los muy pocos datos que se tienen, no encajen con el accionar de las bandas de narcotraficantes que azotan al país.
Uno de los escasos datos duros que ha salido a la luz es el material con el que se fabricó el explosivo. El C4 es de uso militar para demoliciones, y es casi dos veces más destructivo que el TNT, pero eso es, hasta ahora, lo único que parece ser cierto.
De cualquier forma, parece que la cantidad de explosivo que portaba el hombre muerto no serviría para causar un gran daño, y eso no parece ser el sello de actuación del crimen organizado, que regularmente ataca con todo a quienes considera sus enemigos. Baste recordar a los decapitados para darnos una idea de la crueldad con que se manejan. Entonces la pregunta salta: ¿por qué habrían de tener alguna consideración en la operación abortada?
Los rumores han merodeado la investigación, que sigue cerrada para la opinión pública. Pero a final de cuentas hay que recordar que son rumores sin sustento.
Y es que frente al hecho, como ya lo explicó el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, no cabe hacer de lado ninguna sospecha, por increíble que parezca. Es muy probable que hoy mismo, o mañana, a más tardar, las instancias encargadas de la investigación puedan dar más datos sobre lo sucedido. Sea lo que sea, la gente tiene que estar bien informada de lo que pasa, aunque el resultado nos hable del fracaso del gobierno federal en su guerra para combatir al narco.
De Pasadita
Esta mañana será presentado ante los capitalinos uno de los esfuerzos más importantes del gobierno de la ciudad por llevar educación a los habitantes del DF. Se trata de la crónica de la vida de las delegaciones que conforman la capital de México. Es decir, la secretaría de Educación Pública del DF, que encabeza Axel Didrickson, busca con ese libro mantener en la memoria de los capitalinos la respuesta a la pregunta básica: ¿de dónde venimos?, y ofrece datos que la desmemoria global quizo tragarse, y que ahora, en estos tiempos, sirven para dar certeza a nuestro origen. Bien por eso.