Usted está aquí: lunes 18 de febrero de 2008 Sociedad y Justicia Diseñan en el IMSS sustancia que potencia el efecto de cualquier vacuna

Esperan que esté en el mercado mundial en tres años

Diseñan en el IMSS sustancia que potencia el efecto de cualquier vacuna

Elizabeth Velasco C.

Una nueva sustancia denominada adyuvante o inmunoestimulador, que mejora la potencia y el efecto de cualquier vacuna humana, fue diseñada por un grupo de investigadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y, en breve se espera su uso generalizado en el país y el mundo.

El adyuvante se aplicará por primera vez en personas con enfermedades como salmonelosis, tifoidea, influenza, influenza aviar y tétanos, informó el especialista del IMSS, Constantino Roberto López Macías, quien dirige la investigación referida.

El doctor en ciencias biomédicas, integrante de la Unidad de Investigación Médica en Inmunoquímica (UIMI) del Hospital de Especialidades en el Centro Médico Nacional Siglo XXI, explicó que con este proyecto se incrementará la capacidad protectora de larga duración de preparaciones vacunales, las cuales “serán más seguras, estables a la temperatura ambiente, aplicables a toda persona, incluyendo menores de dos años y adultos mayores, además de que su producción será de bajo costo”.

El especialista, galardonado con el Premio de Investigación Tecnológica Canifarma 2007, comentó que el galeno Armando Isibasi Araujo, jefe de la UIMI, fue quien originalmente usó como vacuna contra la fiebre tifoidea la porina, una proteína bacteriana.

Ese descubrimiento fue probado con éxito en 10 voluntarios en el año 2000. A partir de ahí se estudiaron otras propiedades de la proteína bacteriana, las cuales resultaron útiles para potenciar el mismo antígeno que combate aquella enfermedad. A la fecha se ha aplicado a otras 15 personas, cuyos resultados aún están en estudio.

A partir de las proteínas o porinas, que se encuentran en la membrana externa de la bacteria salmonella typhis, López Macías desarrolló el nuevo inmunoestimulador.

El especialista también usó el virus del mosaico de la papaya, denominado Papaya ringspot potyvirus (PRSV), el cual provoca en las plantas de esa fruta tropical desde la pérdida de vigor hasta su enfermedad.

La investigación involucró un buen número de experimentos en laboratorio, donde se produjeron grandes cantidades de las proteínas bacteriales, con mejor calidad.

Los estudios y la experimentación, durante ocho años, se desarrollaron con recursos obtenidos mediante un convenio entre el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), una agencia canadiense y una fundación suiza. Los hallazgos permitirán que las vacunas tengan un impacto mayor al contar con este coadyuvante.

El especialista dijo que es muy complicada la producción de un antígeno y su reproducción no es muy grande. Empero, con la sustancia que sirve para potenciar el efecto es posible lograr que con una cantidad menor se tenga mayor cobertura; así se amplía la gama de protección y se incrementa la calidad de vida en general de los receptores.

Con respecto al registro de la patente de esta nueva tecnología, explicó que el IMSS ya se abocó a realizar los trámites correspondientes a través de las áreas responsables, por lo que se espera que en tres años este inmunoestimulador o adyuvante se encuentre disponible en el mercado.

 
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