Usted está aquí: miércoles 20 de febrero de 2008 Mundo Aboga la Unión Europea por que Cuba marche hacia una sociedad democrática

No interferir en asuntos internos de la isla, pide la Secretaría General Iberoamericana

Aboga la Unión Europea por que Cuba marche hacia una sociedad democrática

AI, por introducir reformas necesarias para garantizar la protección de los derechos humanos

“Importante decisión”, por eso debemos “ayudar a los cubanos a decidir su futuro”: España

Elogios de China y Vietnam al dirigente, y también del líder del Partido Comunista de Rusia

Armando G. Tejeda y Juan Pablo Duch (Corresponsales y agencias)

Ampliar la imagen Fotografía histórica del encuentro en la Asamblea General de Naciones Unidas, el 20 de septiembre de 1960, del joven revolucionario con el primer ministro soviético, Nikita Kruschev, lo que estrechó los lazos de amistad entre Cuba y la Unión Soviética Fotografía histórica del encuentro en la Asamblea General de Naciones Unidas, el 20 de septiembre de 1960, del joven revolucionario con el primer ministro soviético, Nikita Kruschev, lo que estrechó los lazos de amistad entre Cuba y la Unión Soviética Foto: Ap

Ampliar la imagen Manifestaciones de exiliados cubanos, ayer en la Pequeña Habana de Miami Manifestaciones de exiliados cubanos, ayer en la Pequeña Habana de Miami Foto: Reuters

Madrid, 19 de febrero. La renuncia de Fidel Castro a optar a un nuevo mandato como presidente y comandante en jefe de Cuba provocó un alud de reacciones, tanto en el seno de la Unión Europea (UE) como en países históricamente próximos con la isla caribeña, como España, donde se insistió en la idea de respetar los procesos políticos internos del país.

Javier Solana, el ministro de Asuntos Exteriores de la UE, señaló que “todas aquellas decisiones que se tomen (en Cuba) que vayan encaminadas hacia un proceso de transición democrática, pacífica, es algo de lo que tenemos que alegrarnos”, y abogó porque la isla marche a “una sociedad como la mayoría espero y pienso que es”.

El comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, también fijó la postura oficial de la UE, al señalar que “reiteramos nuestra predisposición a tener un diálogo político constructivo con Cuba para alcanzar los objetivos de la posición común de la UE”, sobre la base de una democracia pluralista.

El organismo, que mantiene sanciones parciales sobre Cuba y con las relaciones diplomáticas congeladas a iniciativa del ex mandatario derechista español José María Aznar, abogó por “un proceso pacífico de transición a una democracia, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales, una recuperación sostenible y mejoras en los estándares de vida del pueblo cubano”.

En Estrasburgo, el conservador Partido Popular Europeo matizó que la salida de Fidel Castro “no es suficiente” si “el poder continúa en manos de su familia o de su círculo más próximo”.

El titular de la Secretaría General Iberoamericana, Enrique Iglesias, exhortó a su vez a la comunidad internacional a no interferir en los asuntos de Cuba, y sólo cooperar si los cubanos así lo solicitan.

La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) señaló que “la nueva dirección cubana debe aprovechar la oportunidad que representa este cambio e introducir reformas muy necesarias para garantizar la protección de los derechos humanos”, pidió la liberación de los prisioneros de conciencia, la abolición de la pena de muerte, la independencia del Poder Judicial y la visita de observadores internacionales.

España, donde las relaciones con Cuba se normalizaron tras la llegada al poder del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, el canciller Miguel Ángel Moratinos señaló que el compromiso de Fidel Castro es “una decisión importante, por eso nosotros somos partidarios de ayudar y acompañar a los cubanos a decidir su futuro”.

En términos similares se expresó la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, quien señaló que “esta noticia de gran calado puede suponer la materialización de las reformas que ha anunciado en los últimos meses su hermano Raúl Castro”.

El coordinador general de la coalición Izquierda Unida (IU, republicanos y comunistas), Gaspar Llamazares, señaló que “los cambios políticos que se avecinan en Cuba los han de decidir los propios cubanos sin que interfieran otras naciones” del orbe. Además, destacó que “Cuba es una nación que tiene lecciones que dar a América Latina en materias como cultura, sanidad y medidas sociales”.

Francia, con el nuevo gobierno conservador de Nicolas Sarkozy, se mostró muy crítico con el régimen castrista. Jean Pierre Jouyet, secretario de Estado de Asuntos Europeos, señaló que “el castrismo es un símbolo del totalitarismo, así que no podemos más que apoyar que haya, tras esta renuncia, una nueva vía que se abre y que haya más democracia en el país”.

En Moscú, para el opositor líder del Partido Comunista de Rusia, Guenadi Ziuganov, “Fidel Castro tomó una decisión muy sabia y valiente al transferir el poder a sus camaradas más jóvenes, quienes a su lado han tenido una escuela extraordinaria y están capacitados para conducir el país”.

Además, lo calificó de un gran estadista que supo resistir los embates de Estados Unidos y preservar la revolución.

La vicepresidenta de la Duma o Cámara baja del Parlamento federal ruso, Liubov Sliska, lamentó que Castro haya decidido retirarse. “Pocos políticos en el mundo pueden presumir de una trayectoria política tan rica. Su decisión de irse es digna de una personaje que llenó toda una época”.

La “era Castro” no termina con esto, considera el presidente del Senado ruso, Serguei Mironov, debido a que su hermano “Raúl va a continuar su política”. Fidel Castro, afirmó el legislador, “es todo un símbolo del periodo de confrontación entre los sistemas socialista y capitalista”.

Gran Bretaña, Alemania, Suecia y Dinamarca saludaron la decisión de Castro como una oportunidad de avanzar hacia la democracia liberal por la vía pacífica. Mientras el Vaticano guardaba silencio, Polonia se regocijó de la renuncia del “tirano”, y el ex presidente Lech Walesa lamentó que “el comunismo prevalezca”.

China saludó al “dirigente revolucionario” y “viejo amigo” Fidel Castro y deseó que ambos países, gobernados por países comunistas, mantengan sus buenas relaciones. China, que ha reforzado sus lazos con la isla antillana en los últimos años, es el segundo socio comercial después de Venezuela con cerca de 2 mil millones de dólares en intercambios.

Vietnam, un fiel aliado político de Cuba, elogió a Castro y estimó que en el futuro seguirá contribuyendo a “la causa revolucionaria”. El Ministerio de Relaciones Exteriores vietnamita emitió un comunicado en el que subrayó que “para los líderes y la gente de Vietnam, el presidente Fidel es para siempre un gran amigo, un querido camarada y un hermano”.

 
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