Está haciendo las cosas bien y queremos decir que nosotros también estamos aquí: indicó
El éxito de Chivas hiere y molesta a los americanistas, admitió Cañedo
La prioridad es el campeonato casero, ganar puntos y mejorar la ubicación en la tabla general, señaló
Después Rubén Romano podrá trabajar e imponer el sistema ofensivo y espectacular que deseamos
El nuevo timonel fue presentado ayer, pero no prometió cetros, sólo trabajo
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Entre risas, Romano confesó “ya le bajé” al consumo de cigarrillos; antes fumaba dos cajetillas diarias
Foto: Notimex
Mucho tuvo que ver el éxito del invicto y superlíder Chivas en el cambio de timón ocurrido en el nido americanista. Con amargura lo confesó su presidente, Guillermo Cañedo White:
“Es algo que molesta, hiere y no nos gusta. No es lo que el americanismo quiere y esta situación en particular es de ésas que calan ¡y cala hondo! (el Guadalajara) está haciendo las cosas bien y es momento de que el América diga: nosotros también estamos aquí.”
Después de presentar ayer en Coapa al técnico argentino Rubén Omar Romano, Cañedo manifestó que la prioridad es la liga casera, en la que urge ganar puntos y mejorar la ubicación en la tabla general, pues, luego del fracaso en el Apertura 2007, tiene claro que las Águilas no pueden quedarse dos torneos seguidos sin liguilla.
Y precisó: “Debemos recomponer esa posición. Es un grupo –encabezado por Santos y Monterrey– que se volverá muy peligroso, como lo fue el año pasado, porque hay equipos que están ganando muchos puntos, que se ven más sólidos y compactos”.
Explicó que una vez conseguida esa meta se tomará “el oxígeno necesario, y Rubén podrá trabajar e imponer el sistema de juego ofensivo y espectacular que queremos”. Posteriormente, y de acuerdo con la marcha en el certamen local y en la Libertadores, se definirán nuevos lineamientos, indicó.
En breves frases resumió el cese del timonel Daniel Brailovsky: “el proyecto no estaba marchando como debía” y de eso “todos somos corresponsables”.
Reveló que durante una charla con los jugadores pidió un cambio en “actitud y voluntad. Es momento de poner corazón y dar la vuelta a la situación”, exigió.
El directivo informó que estudian declinar la invitación a la Superliga y la alternativa sería “una pretemporada diferente” con juegos amistosos en Estados Unidos de gran utilidad económica.
Luego dijo tener “la misma o más desesperación que los aficionados: queremos ver al equipo volar alto, triunfar e imponerse”.
Romano llegó a la rueda de prensa cigarro en mano, no lo soltó ni a causa de la fiebre que lo aquejaba. Reveló que la víspera cenó ostiones y le hicieron daño. De inmediato se dijo “ilusionado” al asumir el mando del equipo que lo trajo a México hace 28 años.
Expuso que no tuvo miedo de volver a la capital, a pesar del secuestro sufrido en 2005. Eso “quedó en el pasado”, atajó.
El ex técnico de Atlas, Cruz Azul, Pachuca y Morelia jamás ha sido campeón, pero rechazó prometer cetros, sólo trabajo, y aclaró: “llegar a un equipo como éste me da más armas para conseguir el anhelado título”.
Enfatizó su idea de hacer que el conjunto “logre conectarse con la gente”, pelear los primeros lugares y convencer a sus pupilos de que se puede ser espectacular y dar resultados.