Está considerada como una de las regiones más violentas del mundo, advierte
Insulza: ocurre en América Latina 42% de los homicidios con arma de fuego
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, llamó ayer a los países que no han ratificado la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego (CIFTA) a adherirse a dicho mecanismo, luego de recordar que el comercio ilegal de armamento está vinculado con el crimen organizado.
Resaltó cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), según las cuales la delincuencia tiene un costo aproximado de 16.8 billones de dólares, equivalente a 15 por ciento del producto interno bruto (PIB) de América Latina.
Por su lado, la canciller Patricia Espinosa se refirió a los reportes de la Red Internacional de Acción sobre Armas Pequeñas (IANSA) en torno a que hay 875 millones de armas en el mundo y de ellas 74 por ciento se encuentra en manos de civiles.
Los dos funcionarios inauguraron ayer la segunda conferencia de los estados miembros de la CIFTA, en la cual la secretaria de Relaciones Exteriores advirtió que el número de armas en posesión de civiles supera en una relación de tres a uno a las que integran los arsenales gubernamentales.
Sumado a ello, puntualizó que 8 millones de nuevos equipos se fabrican cada año por al menos mil 249 compañías en 92 países. En contrapartida, solamente 800 mil son destruidos anualmente por las autoridades, subrayó.
En su intervención, Espinosa Cantellano expuso que mil personas mueren cada día víctimas de armas de fuego y muchas más resultan gravemente heridas. Subrayó que frente a tal panorama, el tráfico de armamento es, sin duda, “un enemigo que quebranta la paz, la convivencia armónica, los derechos humanos, la democracia y, en términos generales, el desarrollo de nuestros pueblos”.
La titular de la SRE manifestó su esperanza en la pronta ratificación de la convención por la totalidad de los países que conforman la OEA, pues el comercio ilegal de armas es un fenómeno grave y creciente que fortalece la actividad de la delincuencia trasnacional organizada.
El secretario general del organismo multilateral dijo que la mayoría de los países de la región enfrenta un crimen organizado vinculado con el tráfico de drogas, de armas y la trata de personas. Indicó que el impacto de esos delitos ha alcanzado ya tal magnitud que en algunos países han llegado a establecerse “reductos de impunidad”.
Tal situación, añadió, afecta directamente los fundamentos del desarrollo económico y la integridad misma del Estado.
Insulza recordó luego cifras de IANSA, la cual considera a América Latina como la zona con mayor violencia armada. El 42 por ciento de los homicidios con artefactos de fuego –no por conflictos armados– que ocurren en el mundo suceden en la región. Se calcula además que puede haber alrededor de 80 millones de armas con las cuales se cometen entre 73 mil y 90 mil agresiones cada año.
Por último, refirió algunas tareas de la CIFTA, como el marcaje y confiscación de armamento y el fortalecimiento de los controles en los puntos de exportación.
Visita a Los Pinos
Por la tarde, el presidente Felipe Calderón se reunió en privado con Insulza. Durante el encuentro, celebrado en la residencia oficial de Los Pinos, el mandatario reafirmó el compromiso de México de continuar fortaleciendo el diálogo y la cooperación con los países de América Latina y el Caribe, así como de mantener el alto nivel nacional de participación en los organismos regionales.
En un comunicado se informó que Calderón e Insulza conversaron sobre las reuniones que en materia de seguridad se realizarán en México: la segunda Conferencia sobre Tráfico Ilícito de Armas, inaugurada hoy en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores; la Reunión de Ministros de Seguridad, y la celebración del quinto aniversario de la Declaración sobre Seguridad en las Américas.
Asimismo, intercambiaron impresiones sobre la próxima gestión bianual de México en la secretaría pro tempore del Grupo de Río, la cual dará inicio con la cumbre que se celebrará el 7 de marzo en República Dominicana, en la ciudad de Santo Domingo.