El estadunidense Ray Kurzweil presentó su hipótesis en reunión de científicos en Boston
Las computadoras igualarán la inteligencia humana en 20 años
La tesis parte de que la tecnología basada en el silicio sigue la “ley de rendimientos acelerados”
La computación molecular tridimensional proporcionará el hardware, expresó el experto
El software será resultado, en parte, de la ingeniería inversa del cerebro de las personas, dijo
Boston. El poder de las computadoras igualará la inteligencia de los seres humanos en el curso de los próximos 20 años, a causa de la velocidad acelerada con que avanza la tecnología, sostuvo el destacado “futurólogo” científico, Ray Kurzweil.
En el próximo medio siglo habrá 32 veces más progreso tecnológico que en todo el siglo XX, y uno de los resultados será que la inteligencia artificial se pondrá a la par con el intelecto humano en la década de 2020, afirmó el gurú cibernético estadunidense.
Las máquinas alcanzarán con rapidez las capacidades intelectivas de los humanos y pronto serán capaces de resolver algunos de los problemas más peliagudos del siglo XXI, sotuvo Kurzweil, uno de los 18 intrépidos pensadores elegidos para identificar los mayores desafíos tecnológicos que enfrenta la humanidad.
Se considera a Kurzweil una de las figuras más radicales en el campo de la predicción tecnológica. Sus credenciales derivan de ser pionero en varios campos de la computación, como el reconocimiento óptico de caracteres, la tecnología detrás de los discos compactos y el reconocimiento automático del habla por las máquinas.
Aprenderán a comunicarse, a enseñar y emularse entre sí
El discurso que pronunció el domingo pasado ante la Asociación Estadunidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés) pintó un futuro en el que la inteligencia de las máquinas sobrepasará con mucho la del cerebro humano, a medida que aprendan a comunicarse, enseñar y emularse entre sí.
Una idea esencial de su tesis es que la tecnología basada en el silicio sigue la “ley de rendimientos acelerados”. Por ejemplo, el chip de computadora ha duplicado su poder cada dos años en el medio siglo pasado, lo cual ha conducido a una progresión y miniaturización cada vez más acelerada en todas las tecnologías basadas en él.
Ante la reunión anual de la AAAS, en Boston, el doctor Kurzweil destacó: “Hoy día la tasa de cambio de paradigma se duplica cada 10 años, así que el próximo medio siglo verá 32 veces más progreso técnico que el medio siglo pasado. La computación, las tecnologías biológicas –por ejemplo la secuenciación de ADN–, el escaneo del cerebro, el conocimiento del cerebro humano, y el conocimiento en general, se aceleran a un ritmo cada vez más rápido”.
Hasta ahora las computadoras se han basado en chips bidimensionales hechos de silicio, pero ya hay grandes avances en producir chips tridimensionales que tendrán mucho mejor desempeño, e inclusive en construirlos a partir de moléculas biológicas que pueden miniaturizarse aún más que los chips de base metálica.
“La computación molecular tridimensional proporcionará el hardware para una ‘fuerte inteligencia artificial de nivel humano’ hacia la década de 2020. La profundización del software será resultado en parte de la ingeniería inversa del cerebro humano, proceso ya muy avanzado. Ya se han modelado y simulado dos docenas de regiones del cerebro”, expresó.
Si bien el cerebro no puede igualar a las computadoras en términos de almacenamiento y recuperación de información, tiene una capacidad sin paralelo de asociar diferentes tipos de información, de prever y planear, así como de ejecutar la creatividad imaginativa que está en el centro de la existencia humana. Pero el doctor Kurzweil es uno de varios científicos que creen que las computadoras están muy avanzadas en crear un mundo “post humano” en el que existirá una segunda entidad inteligente junto a las personas.
“Una vez que la inteligencia no biológica iguale la gama y sutileza de la inteligencia humana, necesariamente la superará, a causa de la continua aceleración de las tecnologías basadas en la información, así como de la capacidad de las máquinas de compartir su conocimiento al instante”, manifestó.
“Hoy entendemos los procesos de enfermedad y envejecimiento como procesos de información, y perfeccionamos instrumentos para reprogramarlos. Por ejemplo, la interferencia de ARN nos permite desactivar genes selectos, y nuevas formas de terapia genética nos ayudan a añadir nuevos genes. En el curso de dos décadas estaremos en posición de detener y revertir el avance de la enfermedad y el envejecimiento, lo que acarreará ganancias dramáticas en salud y longevidad”, añadió.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya