Usted está aquí: viernes 22 de febrero de 2008 Política Seguridad extrema para los tribunales en materia penal

Robo de expedientes, una de las razones, dicen jueces

Seguridad extrema para los tribunales en materia penal

Alfredo Méndez

El Consejo de la Judicatura Federal (CJF) reforzó la seguridad en las instalaciones de los tribunales en materia penal ubicados en la ciudad de México.

Las medidas de protección y vigilancia se incrementaron a petición de varios magistrados de circuito, quienes denunciaron recientemente la presencia de sujetos que acudían a los archivos de los órganos jurisdiccionales para robar expedientes, revelaron fuentes de alto nivel del CJF, encargado de administrar los más de 700 tribunales y juzgados del país.

Agentes de seguridad privada contratados por el Poder Judicial de la Federación (PJF) utilizan detectores de metales para ubicar desde armas de fuego hasta artefactos explosivos que pudieran estar ocultos en los automóviles de los visitantes.

Los vigilantes revisan incluso las cajuelas de los vehículos, tanto en la entrada como en la salida de los estacionamientos de los tribunales unitarios y colegiados. Además de las revisiones a los automóviles, cualquier visitante –sea abogado postulante, agente del Ministerio Público, trabajador del PJF u otra persona– debe identificarse con credencial oficial, proporcionar su nombre y firma.

En cada una de las entradas a los tribunales unitarios y colegiados existen arcos y bandas detectores de metales, así como cámaras de seguridad que graban los rostros de los visitantes.

Según magistrados federales consultados, antes de que se reforzara la seguridad cualquier persona podía entrar a las oficinas de los tribunales e incluso acceder a los recintos especiales utilizados como archiveros en cada órgano jurisdiccional, ya que no estaban cerrados con llave.

De hecho, un magistrado unitario se quejó ante el CJF porque el personal de su tribunal sorprendió a un sujeto cuando intentaba robar documentos de una toca penal relativa a un caso de delincuencia organizada. Según esta versión, esa persona logró fugarse con parte del expediente original.

Aunque todos los juzgados y tribunales federales del país cuentan con respaldo de sus expedientes en computadoras y disco compacto, el hecho de que se pierda parte de una causa o una toca penal implica doble jornada de trabajo para el personal judicial, ya que cada hoja de cada expediente debe ir certificada a mano.

Finalmente, según las fuentes del Consejo de la Judicatura Federal, el reforzamiento de las medidas de seguridad también está enfocado al resguardo de la integridad física de los juzgadores que desahogan juicios contra narcotraficantes, secuestradores, lavadores de dinero y cualquier otro tipo de delincuentes organizados.

 
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