Las entregas, para favorecer a Chávez, dice Bogotá
Ofensiva diplomática francesa para liberaciones de rehenes de las FARC
Bogotá, 21 de febrero. El ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, se reunió este jueves con familiares de rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y más tarde con el presidente colombiano Álvaro Uribe, en sus esfuerzos por obtener la liberación de todos los cautivos.
La cita con familiares de rehenes, entre los que estaban los de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, con nacionalidad colombiana y francesa, se produjo en la embajada de Francia en Bogotá.
Kouchner dijo tener informes de que además de los tres cautivos a que se comprometió la guerrilla a liberar, entregará un cuarto, que sería el ex senador Jorge Eduardo Gechem, por inconvenientes de salud.
Las FARC anunciaron a comienzos de este mes que dejarán en libertad a los ex congresistas Gloria Polanco, Luis Eladio Pérez y Orlando Beltrán, debido a problemas de salud, y que los entregarán al presidente venezolano Hugo Chávez y a la senadora colombiana Piedad Córdoba.
Tras la entrevista con Uribe en el Palacio de Nariño, el canciller Kouchner dijo que Francia promoverá la participación de Brasil y otros países de América Latina y Europa, organismos internacionales, la Iglesia católica y todas las asociaciones de buena voluntad en la búsqueda de que se avance en las liberaciones.
El ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, declaró que el ejército ubicó en el sur del país el campamento rebelde en que se hallan los tres rehenes que el grupo prometió liberar. Instó a la guerrilla a acelerar el proceso de su liberación y del ex senador Gechem, al considerar que éste podría no soportar el recorrido para reunirse con los demás cautivos.
El comisionado para la paz colombiano, Luis Carlos Restrepo, dijo que las liberaciones unilaterales de la principal insurgencia de su país pretende fortalecer la imagen del presidente Chávez y presionar para que se restablezca su papel mediador.
Uno de los jefes del paramilitarismo en Colombia, Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, confesó en una audiencia en Barranquilla que el extinto líder de esos escuadrones de extrema derecha, Carlos Castaño, ordenó asesinar a unas mil personas en un lapso de 15 días en enero de 1999.
Agregó que Castaño, quien fue el principal dirigente de las Autodefensas Unidas de Colombia y fue asesinado en sus propias filas el 16 de abril de 2004, tomó la decisión en venganza por un ataque de las FARC al campamento central de la organización paramilitar, ocurrido el 28 de diciembre de 1998.