Ciudad Perdida
Hipótesis e incógnitas
El C4 divide a la procuraduría capitalina y a la SSP-DF
La responsabilidad de Gertz
Las incógnitas que dejó el estallido de un artefacto explosivo hace una semana en avenida Chapultepec, en pleno corazón de la ciudad, son tantas como las hipótesis que sobre el asunto se han creado.
Pero, de cualquier forma, dos aspectos en el transcurrir de la historia sobresalen de todo lo que hasta ahora se sabe. Primero, el material usado por el grupo que pretendía hacer un daño mayor que el que se causó; y el segundo, la actuación del ex titular de Seguridad Pública local y federal, Alejandro Gertz, que bien podría ser constitutiva de un delito que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) debería, cuando menos, estar investigando.
El primer asunto refiere al material que se usó para crear la bomba. Los datos que recabó la Secretaría de Seguridad Pública, que al parecer es la única que tiene un aparato confiable y moderno, en el DF, para establecer el tipo de componentes del artefacto, señala en una averiguación previa, es decir en un documento oficial, que en el automóvil donde presuntamente Tania y Juan Manuel Meza habrían recibido la bomba, se hallaron rastros de C4, material que desde un principio se identificó como el activo principal del artefacto.
A este hecho se añade que Raúl Núñez Flores, quien se supone es el dueño del vehículo, también dio positivo para C4 en las pruebas de escaneo que se le realizaron, como consta en el acta que levantaron los miembros de la Secretaría de Seguridad Pública.
No obstante estas pruebas, imposibles de inventar por el aparato que compró la misma SSP, las autoridades federales y además la Procuraduría del Distrito Federal no se han pronunciado de acuerdo con el dictamen pericial de la SSP. Es muy probable que la general de la República no emitiera una declaración oficial al respecto porque la del DF no les había enviado el total del caso, pero no sucede así con la que dirige Rodolfo Félix Cárdenas, que desde el mismo viernes tuvo acceso a todos los datos sobre el estallido.
Esta controversia pone dudas en toda la investigación, y hasta parecería que alguien quiere o pretende esconder algo sobre el asunto. El miércoles pasado, la procuraduría capitalina emitió un boletín en el que advierte que el material usado es conocido como “madre de Satán”, es decir peróxido de acetona, versión que se contrapone con la declaración que hace Joel Ortega, el jefe de la Policía, quien en una conversación electrónica con un citadino, cosa que hace todos los miércoles, asegura que el material es C4.
La SSP ha dejado constancia de su investigación en la averiguación previa sobre el caso, la PGJDF, hasta donde sabemos aún no ha elevado a la instancia oficial su declaración boletinada, por eso es urgente que la procuraduría presente ya las pruebas que avalen su dicho, para evitar cualquier tipo de especulación, aunque por lo pronto han mostrado una división que no parece beneficiar al gobierno central.
Respecto de Gertz Manero hay que solicitar a la dependencia correspondiente que aclare, punto a punto, si haber puesto en manos de medios de comunicación una prueba tan contundente como el video que casualmente grabaron las cámaras de la escuela que él dirige tendría un fondo de ilegalidad. Eso se debe saber rápido.
De Pasadita
Hay que averiguar qué pasa en el Eje 4 Sur porque las obras se hallan detenidas desde hace varios días, y no precisamente porque los microbuseros lo hayan impedido, sino porque la empresa encargada de la obra, simplemente la tiró, así que los tiempos previstos para concluirla no se cumplirán, como no se cumplirán los que se fijaron para la extensión del Metrobús al sur de Insurgentes. ¿Qué pasa con eso? Ya les diremos quiénes son los culpables, ¿o culpable?