Anuncia programa de Internet ante indígenas que no tienen electricidad
Cambios estructurales, clave para salir del subdesarrollo: el Presidente
Pueblo Nuevo, Dgo., 21 de febrero. Insatisfecho con un México “permanentemente subdesarrollado, de tercer mundo”, el presidente Felipe Calderón aseguró que desea una “nación desarrollada, de primer mundo”, y estableció que la clave son las reformas estructurales.
Convencido de que “es posible transformar” a México, unas horas después anunció ante cientos de tepehuanes, los más pobres de Durango, el inicio de un programa por el cual 10 estaciones de radio indígena podrán escucharse en tiempo real en los más diversos puntos del planeta a través de Internet.
La paradoja para los hablantes de 11 lenguas, como maya, náhuatl, purépecha, mixteca y triqui, que participarán en el programa Ecos indígenas, es que provienen de las comunidades más pobres, donde –como denunció una mujer– no hay luz y, por tanto, no tienen Internet.
A tono con su discurso de llevar a México a las grandes ligas del mundo, el michoacano presenció primero el arranque de la construcción del puente Baluarte, presentado como el más grande de América Latina; medirá más de un kilómetro y será una obra más destinada a las celebraciones por el Bicentenario de la Independencia.
En su segunda gira por esta entidad, la que menos ha visitado en su gobierno, Calderón presumió que sólo en un año México gastará 50 mil millones de dólares en infraestructura, es decir, 10 veces más que el costo de la construcción del Canal de Panamá, la obra que “se ha vendido” como la más importante de América Latina.
Dijo que las reformas estructurales “tienen que seguir”, porque los cambios hechos hasta ahora en el régimen de pensiones de la burocracia, en la hacienda pública y en otras que “responsablemente” ha aprobado el Congreso, están permitiendo transformar a México.
Morralitos cargados de peticiones
De ahí, el Presidente cruzó en helicóptero la sierra duranguense hasta el aserradero Patio de Milpillas, donde lo esperaban cientos de indígenas vestidos con sus ropas tradicionales para celebrar el Día de la Lengua Materna.
Recibió sombrero, morral y bastón de mando de sus anfitriones tepehuanes y la bienvenida de un coro de niños que cantaron el Himno Nacional en su lengua.
El gobernador priísta Ismael Hernández Deras se encargó de traducir en cifras la pobreza de los 30 mil indígenas duranguenses: 92 por ciento vive por debajo de la línea de pobreza, por lo que “falta mucho para saldar la deuda histórica” con ellos.