Mi historia sin mí, seis vistas de la densa vida de Bob Dylan
Ampliar la imagen Richard Gere interpreta una de las etapas de la vida de Bob Dylan en la cinta Mi historia sin mí, de Todd Haynes
Al contrario de Quadrophenia, rock-ópera de The Who, donde el personaje central presenta una división mental que se traduce en desdoblarse en cuatro seres, en Mi historia sin mí (I’m not there), sobre la vida de Bob Dylan, dirigida por Todd Haynes, los seis actores que desarrollan diversos momentos de la existencia del autor de La respuesta está en el viento integran a un artista. Sin más.
El pasado jueves se realizó la función de prensa, y algunas personas abandonaron la sala antes de que acabara la función. No es una cinta lineal, a la manera de las de Hollywood; más bien hay que ir hilando frases y recordando referencias biográficas; es decir, hay que saber algo sobre Dylan. La forma como está narrada quizá no haga de Mi historia sin mí un éxito comercial, pero eso es lo de menos. Baste señalar las convincentes actuaciones de Cate Blanchett, quien mete en su alma el espíritu de Dylan, y de Richard Gere, en su papel del ermitaño en que se convirtió quien realmente lleva por nombre Robert Allen Zimmerman.
La historia fue escrita por Haynes y Oren Moverman. Mi historia sin mí es un viaje poco convencional a la vida y la época de Bob Dylan. Seis actores representan a Dylan como una serie de personas cambiantes en una misma –desde la pública y la privada a la fantástica–, entretejiendo entre todos un retrato rico y colorido de este icono estadunidense, tan evasivo como poeta, profeta, proscrito, farsante, estrella de la electrónica, mártir del rocanrol, renacido en-el-cristianismo; son seis identidades entrelazadas; en la historia de una vida tan densa y vibrante como la era que inspiró.
Génesis y desarrollo
A continuación se reproducen fragmentos de entrevistas a Todd Hayness y Cate Blanchett, contenidas en la información de prensa:
A Todd Hayness:
–¿Qué significa Dylan para usted? ¿Piensa que la película despertará un nuevo interés en él y su obra en el público joven?
–Los logros artísticos de Dylan realmente no necesitan mi aprobación. Hay quienes piensan que es el más grande autor de canciones de todos los tiempos, y otros a quienes no les importa para nada. Pero la influencia de Dylan es decisiva en la música popular y la cultura de la posguerra, nos guste o no. Junto con The Beatles, Dylan condujo los años 60, al menos en lo que se refiere a la generación masiva de sus jóvenes. Así que para los jóvenes de hoy, que tal vez lo asocien más con la generación de sus padres, espero que Mi historia sin mí ofrezca una fuerte sacudida a dicha época y una estimulante y nueva percepción de su música.
–¿Cómo comenzó los preparativos para la película? Es obvio que usted vio varias veces Don’t Look Back, la película de Newport, clips en vivo y que leyó la autobiografía Crónicas. ¿Habló usted con alguno de los amigos cercanos de Dylan de las eras anteriores, como Joan Báez y Suze Rotolo?
–Pasé el mismo tiempo estudiando la historia creativa y la real de Dylan. Por historia creativa me refiero a sus canciones, sus escritos, sus entrevistas, sus películas y la historia que lo inspiraron. No se trataba de que esta película fuera apegada a la realidad, así que entonces elegí enfocarme en aquellos puntos en los que su vida creativa y su vida real se entrecruzaban o se reflejaban. Sí, leí todas sus biografías –de hecho, la mayoría de los libros publicados sobre él–, pero nunca realicé entrevistas.
–¿Qué lo inspiró a elegir diferentes actores para cada parte de Dylan? ¿Cómo es que escribió el guión junto con Oren? ¿De dónde viene esta cadena de narraciones diferentes?
–Descubrí a Dylan en la secundaria, pero dejé de escucharlo por algún tiempo. Entonces, a finales de 1999, en un momento crucial en mi vida, sentí la necesidad de escucharlo nuevamente. Creo que necesitaba regresar a esa sensación de energía –y de posibilidad– del adolescente que Dylan alimentó una vez. Me iba de Nueva York, donde había vivido por 15 años, sólo para escaparme y escribir un guión en Portland, Oregon, donde mi hermana vivía. Lo que no sabía entonces es que nunca regresaría. Algo estaba pasando y no sabía qué. Cada vez me sumergía más y más en Dylan, descubriendo todo el material que no salió a la venta y leyendo todo lo que conseguía. Y entre más leía, más descubría cómo cambió y había definido su vida, y el único modo de transmitirlo era dramatizar este hecho.
La visión de la actriz
Cate Blanchett:
–¿Qué la atrajo al proyecto?
–No todos los días se le pide a una actriz que se ponga los zapatos evasivos de Bob Dylan. Haciendo a un lado las ofertas locas, esencialmente fue por Todd Haynes.
–¿Qué significa Bob Dylan para usted?
–Relojes, sandías, el ruido del universo.
–¿Cómo se preparó para este papel?
–Me reí muchísimo. Fumé muchísimo. Escuché todo lo que me cayó en las manos. Me apachurré los senos y caminé hacia las luces.
–¿Tuvo algún contacto con los otros actores que representan a Dylan?
–Vi desde lejos a Heath escondiéndose entre los arbustos, y escuché la voz asombrosa de Marcus Carl Franklin.
–¿Cuál es su canción favorita de Dylan y por qué?
–Depende… It’s All right Ma? Don’t Think Twice Escuché Blonde on Blonde una cantidad de veces enfermiza mientras filmaba. Después descubrí las cintas The Basement y entonces… Modern Times.
La película será estrenada en la ciudad de México el próximo 14 de marzo, con unas 30 copias.