Al cierre
De nuevo Hugo escuchó el lapidario ¡La Volpe La Volpe!
En ríspido juego, Ecuador se impuso 1-0 a México
El equipo nacional se topó con un cuadro Sub-18 bien parado y atento a la marca
Buena actuación del portero Máximo Banguera
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El ecuatoriano Fidel Martínez festeja su anotación al Tricolor
Foto: Reuters
Querétaro, Qro., 22 de febrero. Ecuador resultó un embrollo sin solución para la Sub-23 que cayó 0-1 en partido que nada tuvo de amistoso, y en el que quedó en evidencia la falta de trabajo del técnico Hugo Sánchez, quien tiene todo para armar un cuadro de lujo.
La escasa afición que acudió al estadio Corregidora, primero alternó los gritos de “¡Hugo-Hugo!” con los de “¡México-México!”, pero tras el golazo de Ecuador, al minuto 51 por conducto de Fidel Martínez, la decepción inundó a un sector de las gradas y apareció el lapidario: “¡LaVolpe, LaVolpe!”
El equipo nacional se topó con un cuadro Sub-18 de Ecuador (con refuerzos) bien parado y atento a la hora de aplicar las marcas, sobre todo ante los jugadores habilidosos como César Villaluz.
Sin embargo, los tricolores, a quienes el Pentapichichi vistió de blanco, tuvieron varias llegadas, aunque debieron entablar una lucha sorda en el medio campo, donde la rispidez no tardó en aflorar con duras entradas de ambos conjuntos.
Si bien los mexicanos recibieron golpes y entradas fuertes, el silbante de Jamaica, Courtney Campbell, en general fue displicente y perdonó la tarjeta amarilla a Juan Carlos Silva por artero choque sobre Deison Méndez.
Los disparos de media distancia se convirtieron en un recurso y a ellos apelaron Enrique Esqueda, Omar Esparza, Efraín Velarde, Omar Arellano y Sergio Ávila, quien cobró un tiro directo, y exigieron al guardameta Máximo Banguera, quien resolvió bien.
En la parte complementaria Hugo hizo cuatro cambios: sacó a Rodrigo Íñigo, Arellano, Silva y Velarde, e ingresó a Hugo Ayala, Gerardo Rodríguez, Édgar Castillo y Pablo Barrera.
México estuvo cerca de abrir el marcador mediante un cabezazo del Gaucho Ávila, pero fue el ecuatoriano Martínez quien se hizo presente con un gran disparo desde fuera del área; el vuelo de Jorge Villalpando fue inútil.
Enseguida vino un contragolpe, en el que Marlon de Jesús, de 16 años de edad, descolgó a velocidad pero echó su disparo a un lado. Entonces surgió el grito de “¡La Volpe, La Volpe...!”. Hugo lo escuchó sentado en el banquillo, y de nueva cuenta se negó a hacer declaraciones.