Advierte que la figura implica libertad para gastar, contratar créditos y asociarse
Autonomía de gestión, excusa para vender Pemex: experto de ONU
Se daría apertura al capital foráneo mediante emisión de “títulos con derechos económicos”
La autonomía de gestión para Petróleos Mexicanos (Pemex) propuesta por legisladores del PAN y algunos del PRI es el método considerado políticamente viable para transferir la propiedad al sector privado y adelgazar al Estado, según dictan los cánones del neoliberalismo, alertó Víctor Rodríguez Padilla, investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México y consultor de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En esa propuesta se pretende cambiar el estatus jurídico de Pemex para convertirla en sociedad anónima o sociedad de interés público para que pueda participar la iniciativa privada. Para ello, explicó, la autonomía de gestión significa libertad en la empresa para gastar, contratar créditos y asociarse, con lo que paulatinamente migraría la propiedad estatal a la privada.
“La idea es que Pemex pueda utilizar libremente su dinero, sin procedimientos rígidos ni controles, para acceder a los mercados de capital y acordar alianzas con sus competidores, provedores y clientes. Como mínimo se plantea que la paraestatal salga de la Ley de Obras Públicas y emita reglas propias.”
En esa propuesta habría una apertura al capital privado mediante la emisión de “títulos con derechos económicos”, “acciones”, “instrumentos vinculados al capital de la empresa” o “certificados de participación patrimonial”, reservados inicialmente para mexicanos. Hasta ahora Pemex sólo ha vendido bonos en mercados internacionales y desde hace poco deuda de corto y largo plazos en la Bolsa Mexicana de Valores mediante certificados bursátiles, con lo que hipoteca sus flujos futuros de efectivo, mecanismo en el que han participado las administradoras de fondos para el retiro.
Entre los argumentos que utilizan los promotores privatizadores gubernamentales del PAN y algunos del PRI es que todos los que lo deseen, desde Carlos Slim hasta los indígenas de los Altos de Chiapas, podrían invertir sus ahorros en una especie de capitalismo popular o privatización social a la europea. “Ahora sí los mexicanos seremos dueños de Pemex, pero habiendo 60 millones de pobres quién podría comprar acciones de Pemex”, se preguntó el experto.
Recordó que la “venta popular de acciones” fue el método preferido para privatizar empresas del Estado en Francia, Bélgica e Italia. Advirtió: “si al principio se pusieron candados para mantener atomizado el capital y en manos nacionales, con el tiempo se desvanecieron, dando origen a un irresistible proceso de concentración y extranjerización del capital”.
Rodríguez Padilla indicó que para la bursatilización de Pemex se requieren tres condiciones: primero, un nuevo régimen fiscal que garantice la operación rentable de la empresa y dividendos para los accionistas. Segundo, la autonomía administrativa y financiera, para que la empresa pueda manejar discrecionalmente los recursos derivados de una menor carga tributaria. Tercero, el establecimiento de un gobierno corporativo que vele por los intereses de los accionistas privados y se conforme a las disposiciones de la Comisión de Valores de Estados Unidos para poder seguir accediendo a los mercados financieros de aquel país.