■ Rechaza la petición de productores rurales de suspender 90 días el impuesto a la exportación
Anuncia Cristina Fernández medidas en beneficio de pequeños agricultores
■ El gobierno reintegrará el arancel a los granjeros que produzcan hasta 500 toneladas de soya
■ La huelga provoca que el precio de los granos cierre a la alza en los mercados internacionales
Ampliar la imagen Alfredo de Angelis, líder de una de las grandes organizaciones agropecuarias de Argentina en paro, escucha en Gualeguaychú el discurso que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (abajo), ofreció ayer desde la Casa Rosada en Buenos Aires Foto: Reuters
Buenos Aires, 31 de marzo. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, anunció hoy medidas para beneficiar a pequeños y medianos agricultores, pero rechazó la petición de cuatro agrupaciones de productores rurales de suspender 90 días el pago de impuestos a la exportación de granos, por lo que las organizaciones mantendrán el bloqueo de carreteras en el país hasta el miércoles, por lo menos.
La continuación del paro amenaza con aumentar la escasez de alimentos perecederos en las principales ciudades del país, particularmente en Buenos Aires que concentra más de un tercio de la población total.
La huelga de los agricultores provocó este lunes que los precios de los granos cerraran a la alza en los mercados internacionales y, tras 19 días de bloqueos a los caminos, se convirtió en el mayor conflicto político que enfrenta la presidenta, que introdujo las “retenciones móviles” (aranceles ajustables de acuerdo con las variables cotizaciones internacionales) como parte de una política económica que busca gravar a sectores de mayores ingresos e incidir en el reordenamiento de la economía y la producción del campo.
En un intento por superar los problemas de abastecimiento, el gobierno dio a conocer los detalles técnicos del plan por medio del ministro de Economía, Martín Lousteau, y más tarde la mandataria emitió un mensaje político en el que pidió a los agricultores que “recapaciten un poco” y dejen pasar los alimentos.
Lousteau previamente explicó que para el gobierno argentino “está clarísimo que hay que diferenciar al pequeño” productor y no colocarlo con los grandes agricultores que –explicó– concentran la mayor parte de la producción y las propiedades rurales.
En este sentido, el funcionario informó que el gobierno reintegrará el impuesto a las exportaciones de soya a los agricultores que produzcan hasta 500 toneladas que, según cálculos del Ministerio de Economía, constituyen 80 por ciento del total.
El 20 por ciento de los productores de soya concentra 80 por ciento de las cosechas y de ese 20 por ciento, 2.2 por ciento se queda con 46 por ciento del total, precisó el funcionario, quien agregó: “está claro que los precios internacionales propenden a una mayor concentración”.
La principal queja de los agricultores proviene de los productores de soya y centran su crítica en el impuesto a las “retenciones” porque, según ellos, implica una fuerte alza del tributo a las ventas.
De acuerdo con Lousteau, los productores de soya han aumentado sus ingresos a causa del incremento en el precio internacionnal y, no obstante la aplicación del impuesto, la rentabilidad se mantiene a la alza.
El funcionario dijo además que un reciente boom de producción de soya ha generado efectos negativos en el sector agropecuario, que se reflejan en el encarecimiento de la tierra y la disminución de los cultivos del maíz y la producción de leche.
Productores y representantes del gobierno estaban convocados para reiniciar el diálogo iniciado el viernes por la tarde, pero este lunes no se llevó a cabo ninguna sesión y la administración de Fernández de Kirchner anunció que por la noche daría a conocer su plan de respuesta a la problemática.
Después del acto oficial, los titulares de las cuatro mayores organizaciones agropecuarias dijeron que continuarán con el bloqueo a los transportistas.
Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria, confió en que “esta semana” se pueda llegar a un consenso con el gobierno.
Este martes se espera que las organizaciones realicen una concentración masiva en Buenos Aires, donde también se tiene prevista una marcha de simpatizantes del peronismo, en apoyo a las medidas gubernamentales.