■ “He recibido mensajes de simpatía”, dijo el británico
Mosley dice que no renunciará pese a escándalo sexual
■ Ecclestone insta al titular de la FIA a no asistir al GP de Bahrein
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Mosley señaló que su vida privada no interfiere con su trabajo
Foto: Ap
Londres/Hamburgo, 1º de abril. El escándalo sexual con tintes nazis que sacude al presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), el británico Max Mosley, arroja sombras sobre el Gran Premio de Bahrein, de este domingo, donde aún no está confirmada su presencia.
El jefe de la Fórmula Uno, el también británico Bernie Ecclestone, desaconsejó a Mosley de asistir al GP, mientras el dirigente en cuestión afirmó que no renunciará a su cargo.
“No debería venir. El problema es que acaparará toda la atención de la carrera y la dirigiría a algo que no incumbe a nadie más”, dijo Ecclestone a The Times, el diario londinense que el domingo reveló imágenes en las que presuntamente el titular de la FIA participa con cinco prostitutas en una orgía sadomasoquista con tintes nazis.
Mosley, de 77 años y que dirige la FIA desde 1991, es hijo de Oswald Mosley, fundador de la British Union of Fascists (BUF), amigo de Adolfo Hitler y líder de las Camisas Negras británicas durante los años 30.
Según Ecclestone, la presencia de Mosley en el GP podría ser una afrenta a la familia real de Bahrein. “No les gustaría”, refirió, aunque rechazó que lo indicado sea la dimisión de Mosley a la FIA.
“Max debe hacer lo que considere correcto, porque eso le incumbe sólo a él, no a la FIA”, agregó Ecclestone.
“He recibido muchos mensajes de simpatía y apoyo, provenientes del deporte en general, que afirman que mi vida privada no interfiere en mi trabajo y que debo seguir en el puesto. Seguiré ese consejo”, señaló a su vez Mosley en un comunicado.
Si bien admitió que el episodio fue “embarazoso”, negó que el video que lo exhibe en la orgía en el papel de un guardia de campo de concentración que se dirige en alemán a las cinco mujeres vestidas de prisioneras, con uniformes a rayas, tenga “cualquier connotación nazi”.
Ante la publicación, varias asociaciones británicas de judíos han mostrado su indignación, mientras en el mundo de la Fórmula Uno predomina el silencio, pues ni pilotos ni equipos quieren manifestarse sobre el escándalo.
La emisora BBC informó que el consejo mundial de la FIA apoyará a Mosley, al considerar que el asunto concierne a la vida privada del dirigente.
No obstante, algunos han propuesto que abandone el cargo. El ex campeón de la F-1 Jody Scheckter cree que la dimisión de Mosley es inevitable.
El sudafricano, quien logró el título en 1979 con Ferrari, en declaraciones al diario The Guardian sostuvo: “No hay ninguna duda. Alguien así no puede dirigir el deporte”.
Otras antiguas estrellas de la F-1, como Strirling Moss y Martin Brundle, ya exigieron a Mosley que deje la FIA.