■ Arrinconados, PRI, PAN y PVEM se reúnen en Donceles
Sesionan en una “sede alterna”
Desde una sede alterna, donde los arrinconó la protesta del Frente Amplio Progresista (FAP), senadores de PAN, PRI y PVEM criticaron la toma de la tribuna de Xicoténcatl, advirtieron sobre el riesgo de que se violente el estado de derecho y se asumieron como defensores “de la legalidad y de las instituciones”.
A unos pasos, la sede formal del Senado seguía tomada por los legisladores del FAP, que casi a la misma hora insistían en la propuesta de que los cuatro meses de receso legislativo que se avecinan –de mayo a agosto– se dediquen al debate nacional sobre la reforma energética. Muy cerca, en la sede alterna, que se instaló fast track en el auditorio Sebastián Lerdo de Tejada del edificio senatorial de Donceles, el priísta Francisco Arroyo Vieya clamaba: “Que el bien de la República nos ilumine, que nos permita a las fuerzas políticas ir a los cambios que este país y la sociedad nos están demandando”.
Hombre cercano a su coordinador, Manlio Fabio Beltrones, demandó en nombre del grupo parlamentario del PRI no tentar a la ilegalidad, “porque el rompimiento del estado de derecho es una puerta que nos lleva a un infierno dantesco que no deseamos para nadie”.
El presidente de la mesa directiva del Senado, Santiago Creel, reconoció en su discurso que la decisión del FAP de firmar el acuerdo para establecer una sede alterna evitó “el riesgo de violencia” , pero dijo luego que “el fin no justifica los medios”, y menos aun “si se altera la vida institucional de nuestra casa, el Senado de la República”.
El temor a que se suscitara un enfrentamiento entre legisladores del FAP y las otras fuerzas políticas estuvo presente desde muy temprano, prácticamente desde las seis y media de la mañana, cuando se abrió el salón de plenos, en el que pasaron su quinta noche los senadores de PRD, PT y Convergencia, y el personal de resguardo comenzó a preparar el sitio para la probable sesión.
Ricardo Monreal dejó en claro poco después que no intentarían evitar que priístas y panistas sesionaran en otro recinto. “Nosotros no vamos a provocar; es una resistencia civil pacífica”, comentó el zacatecano.
Creel se vio obligado a instalar, alrededor de su escaño, una minimesa directiva desde la cual hizo sonar la campanilla y declaró abierta la sesión a las once y nueve minutos de la mañana, al contabilizar 74 senadores asistentes.
La sesión duró apenas cuatro minutos, tiempo suficiente para que Creel diera a conocer el acuerdo de la mesa directiva, firmado también por los senadores del FAP, de sesionar en otra área y dictar un receso para poder instalarse en el auditorio Sebastián Lerdo de Tejada.