Días que marcaron al mundo
El fin de los zares rusos y la caída del muro
Ampliar la imagen Imagen de la caída del Muro de Berlín del 9 de noviembre de 1989
Principio y fin del bloque comunista. Con el asesinato del zar Nicolás II terminó la dinastía de los Romanov como gobernantes de Rusia y comenzó así el régimen bolchevique, encabezado por Vladimir Ilich Ulianov, mejor conocido como Lenin; esa revolución dividió al mundo y así surgió la guerra fría, que tuvo su mayor símbolo con el Muro que dividió Berlín durante 28 años. La caída del muro marcó el inicio de la debacle del socialismo en los países del este europeo.
De estos dos episodios de la historia se ocupa el sexto dvd de la colección Días que marcaron al mundo, que se encuentra ya disponible en las librerías de La Jornada.
En la narración del asesinato de la familia Romanov –el zar, su esposa Alejandra, sus hijas Olga, Tatiana, María, Anastasia y su hijo Alexei– se presentan extractos del diario de Yakov Yurovsky, quien hizo los preparativos para cumplir las órdenes del régimen bolchevique que impidió que el zar fuera bandera de pelea para los opositores.
Así, con engaños, Yurovsky trasladó a la familia real al sótano de la residencia Ypatiev, elegida porque las paredes eran de yeso y así las balas no rebotarían. En dos sillas se sentaron la zarina y Alexei, debilitado por la hemofilia, y atrás el zar con sus cuatro hijas. Todos fueron fusilados, y quienes quedaron heridos recibieron el tiro de gracia. Luego sus cuerpos fueron incinerados y enterrados en una mina cercana.
Consolidado el socialismo en Rusia, kuego del triunfo de la revolución de 1917 se abrió paso en distintos países de Europa, después de la Segunda Guerra Mundial.
En 1989, 71 años después de la caída de los zares, el bloque socialista europeo estaba listo para los cambios. Rusia también, apenas unos años antes se habían realizado las reformas promovidas por Mijail Gorbachov, la perestroika y la glasnost. Así, en Berlín, dividido por un muro durante 28 años, la noche del 9 de noviembre se dio a conocer una noticia en televisión nacional: la apertura de las fronteras.
Con anuncio tan inesperado miles de berlineses del este acudieron a los puntos fronterizos. En pocas horas, y sin un solo disparo, cayó el Muro de Berlín.