■ Al clausurar el Foro Económico Mundial destaca la solidez de las instituciones
Llama Calderón a abrirse al diálogo y fustiga a quienes temen a las ideas
■ Cita a Octavio Paz y señala que la minoría debe aceptar la voluntad de la mayoría
Cancún, QR, 16 de abril. El presidente Felipe Calderón llamó a abrir las puertas al diálogo y recordó una frase de Octavio Paz para afirmar que en las democracias la minoría tiene que aceptar la voluntad de la mayoría y ésta respetar a la minoría.
Durante la clausura del Foro Económico Mundial sobre América Latina, el jefe del Ejecutivo federal también rechazó que las instituciones democráticas mexicanas sean frágiles. Al contrario, dijo, para los embates y amenazas que han recibido y la peligrosidad de quienes han intentado afectarlas se ha demostrado que las instituciones son fuertes y sólidas. Si no fuera así, “probablemente no estaría aquí”.
Al ofrecer una opinión acerca de los caminos que debe seguir Latinoamérica para mejorar su desarrollo, pero en aparente referencia a la toma de las tribunas de las cámaras de Diputados y de Senadores por parte del Frente Amplio Progresista, señaló que todo el que se opone al diálogo le tiene miedo a las ideas.
“El diálogo sólo puede ser obstruido por quienes tienen pavor a las ideas”, insistió. A continuación llamó a abrir las puertas al diálogo, a las ideas y a la razón.
Ante los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, y de Costa Rica, Óscar Arias –quienes previamente participaron en un diálogo interactivo– señaló que las mejores soluciones a los problemas se encuentran en el diálogo, en el debate y en la solución de las diferencias.
Fue cuando citó al premio Nobel Octavio Paz, quien dijo que cada uno debe ser “capaz de convivir con los vecinos. Que la minoría acepte la voluntad de la mayoría. Que la mayoría respete a la minoría y que todos respeten los derechos de los individuos”.
Por la mañana, Calderón también hizo referencia al tema durante la clausura de la 33 edición del Tianguis Turístico. Afirmó que sólo trabajando juntos, “construyendo y no destruyendo, uniendo y no dividiendo”, y poniendo la política al servicio de los ciudadanos se podrá conducir a México al futuro que quieren los ciudadanos.
Minutos antes, el jefe del Ejecutivo mexicano coincidió con el planteamiento de Uribe acerca de que el principal obstáculo para la integración latinoamericana es que hay una “gran dosis de dogmatismo”, lo que implica que alguien juzgue que los demás son los malos y pretenda imponer en una discusión su propio criterio sobre los demás.
“Este maniqueísmo de dividir a la gente: los buenos son los que piensan como yo y todos los demás están equivocados, ha impedido que nos podamos sentar sensatamente en mesas”, afirmó.
Aseguró que en años recientes se ha dado una falta de respeto entre algunos países que han intentado intervenir en las políticas internas de otros mediante el financiamiento de organizaciones, con una fachada civil, social y filantrópica, lo cual, apuntó, representa un obstáculo para la unidad regional.
Otro aspecto que debe cuidar América Latina, agregó, es no provocar miedo al que invierte, por lo que los gobiernos deben asumir compromisos muy claros con la legalidad, con el estado de derecho y con la protección de la propiedad y de las garantías patrimoniales. Al final de su intervención, el Presidente, quien fue anfitrión de esta reunión regional del Foro Económico Mundial, se congratuló de que haya sido la primera de este tipo donde no hubo protestas.