■ En este periodo han acumulado sólo 25 horas de trabajo del pleno
Destaca la legislatura del DF actual por ser de las más improductivas
La productividad de los actuales diputados locales se encuentra en los niveles más bajos desde que iniciaron su gestión, el 15 de septiembre de 2006, pues en este periodo de sesiones –que se inició a mediados del mes pasado– han acumulado apenas 25 horas de actividad en el pleno; sin embargo, los recursos financieros para el funcionamiento diario de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) se incrementan paulatinamente, ya que sólo en marzo se gastaron más de 189 millones de pesos de su presupuesto, dentro de los cuales estuvieron los sueldos de los representantes populares.
Una revisión del desempeño de los diputados capitalinos durante este segundo periodo de sesiones de su segundo año de actividades, muestra que de las ocho sesiones del pleno que ha habido hasta ahora, cinco fueron canceladas antes de concluir con todos los puntos enlistados en el orden del día, debido a que se rompió el quórum, es decir, los legisladores abandonaron antes de tiempo el recinto de Donceles y Allende, y por tanto no existió el número mínimo de asistentes para continuar.
Otra sesión, la del martes 15, quedó inconclusa luego de que el presidente de la mesa directiva de la ALDF, el perredista Edy Ortiz, declaró un receso hasta este jueves, al considerar que la integridad física de los legisladores “estaba en riesgo”, debido a la toma de la tribuna que hicieron sus compañeros de fracción, que protestaron contra la privatización de la industria petrolera.
Para muestra, varios botones
Por meses, la improductividad legislativa es todavía más evidente. Así por ejemplo, en marzo sólo realizaron tres sesiones. La primera, el sábado 15 de marzo, se efectuó en un hotel del Centro Histórico, con apenas 34 representantes populares, y duró ¡25 minutos! En esa ocasión, el presidente de la mesa directiva, el priísta Jorge Schiaffino, consideró que frente al riesgo que corría la integridad física de los legisladores ante las protestas del personal sindicalizado, mejor dejarían de sesionar una semana.
El martes 25 de marzo, el pleno de la ALDF trabajó cuatro horas y cuarto; la siguiente sesión fue el jueves 27 del mismo mes, y cuando iban a votar un exhorto al Senado y a la Cámara de Diputados para que indagaran la muerte de connacionales en territorio ecuatoriano, a manos del ejército colombiano, se rompió el quórum y se canceló la sesión. El tiempo de trabajo en el pleno fue de tres horas y 55 minutos.
Concluido este mes, la Tesorería General hizo público el informe de gastos de la ALDF, según el cual en marzo se erogaron 189 millones 582 mil pesos, de los cuales 38 millones se destinaron al “apoyo para trabajo de grupos parlamentarios”, y otros 13 millones fueron de dieta o sueldo de los legisladores; asimismo, otros 4.7 millones se asignaron para la operación de los módulos de atención ciudadana de los diputados.
En los primeros 15 días de abril, los datos no son nada halagüeños. De sus cinco sesiones, los legisladores han acumulado poco más de 17 horas de trabajo en el pleno. La que más duró fue el jueves 3, con ciatro horas y 45 minutos, la que menos, la del pasado martes 15, con una hora y 25 minutos. Cuatro se suspendieron por falta de quórum y esta última, como se dijo, se acabó al declararse un receso, el cual concluiría este jueves.