Usted está aquí: jueves 17 de abril de 2008 Sociedad y Justicia “Vergüenza nacional”, falta de técnicos para leer mastografías

■ El de mama ya es la primera razón de deceso por tumores; cada año fallecen 4,200 mujeres

“Vergüenza nacional”, falta de técnicos para leer mastografías

■ Actualmente hay 16 millones mayores de 40 años y en riesgo de padecer el mal

■ Sólo 43 personas están capacitadas para interpretar estudios, dicen en foro donde participan los titulares de la Ssa y del INC

Ángeles Cruz Martínez

Ampliar la imagen Estudio de mastografía en un hospital de Francia Estudio de mastografía en un hospital de Francia Foto: Reuters

La única intervención efectiva para reducir la mortalidad por cáncer de mama es la detección temprana por medio de una mastografía, pero en México, sólo 7 por ciento de las mujeres en riesgo de desarrollar la enfermedad tiene acceso a este estudio. Además, desde 2006 ese mal es la primera causa de defunción por tumores en la población femenina. Al año ocurren 5 mil nuevos casos y 4 mil 200 decesos.

Lo anterior se dio a conocer durante una conferencia sobre la problemática del padecimiento en el país, donde el titular de la Secretaría de Salud (Ssa), José Ángel Córdova Villalobos, reconoció que existe un severo déficit de especialistas en la interpretación de resultados de los estudios clínicos de detección. A su vez, Arturo Beltrán Ortega, coordinador nacional de los centros estatales de Oncología fue más puntual: aseguró que se cuenta con 650 mastógrafos y sólo 43 técnicos radiólogos entrenados en la lectura de resultados.

Para Alejandro Mohar, director del Instituto Nacional de Cancerología, esta situación es una “vergüenza nacional”, porque la cobertura con las pruebas de detección del cáncer de mama debería ubicarse en 70 por ciento, es decir, 10 veces más de lo que se hace actualmente.

De acuerdo con Beltrán Ortega, 16 millones de mexicanas tienen más de 40 años y, por tanto, están en riesgo de desarrollar cáncer de mama. Este es el sector que, según han determinado los especialistas, tendría que realizarse la prueba clínica de detección una vez al año.

A su vez, Mohar resaltó que 97 por ciento de los casos que llegan al instituto están en etapas avanzadas, cuando las posibilidades de curación son limitadas o nulas, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde sólo 10 por ciento de las pacientes llegan en los estadios tardíos de la enfermedad.

Asimismo, señaló que el tratamiento puede costar hasta un millón de pesos, distribuidos entre la atención médica, sin las fórmulas de última tecnología (como los anticuerpos monoclonales que ofrecen mejores expectativas a la esperanza y calidad de vida de las enfermas); gastos de hospitalización y salarios de galenos y técnicos, entre otros.

Por su parte, Córdova Villalobos dijo que en un periodo de cinco a 10 años podría lograrse el objetivo de contar con los equipos de detección y los especialistas en la interpretación de los resultados.

Por lo pronto –señaló–, lo que existe es la garantía del tratamiento médico gratuito para las enfermas. En 2007 se otorgó este beneficio a cerca de mil 500 mujeres, por medio del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, y calculó en 200 millones de pesos el monto erogado para este fin.

Otro reto es convencer a los médicos para que decidan instalarse en los estados de la República, porque hay muy buenos hospitales, pero no personal interesado en trabajar ahí.

Aunque Córdova resaltó los beneficios de la autoexploración y la importancia de las facilidades para acceder a los servicios médicos, Arturo Vega, subdirector de cáncer de mama del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, sostuvo que no existe evidencia de que eso ayude.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.