■ Son verdades a medias y mentiras dolosas, refuta el académico Javier Jiménez Espriú
Defiende director de Pemex Exploración la entrega de contratos a la iniciativa privada
La libertad que requiere Petróleos Mexicanos (Pemex) es la de otorgar contratos incentivados de exploración a empresas privadas, en la medida en que den rentabilidad. “Nos tienen que dejar decidir cuándo sí y cuándo no, hoy nos toca; hay que descubrir una gran cantidad de campos y perforar multitud de pozos exploratorios en el mar para restituir las reservas, pero con los cinco equipos con los que cuenta la paraestatal eso llevaría 66 años”, afirmó Carlos Arnoldo Morales Gil, director general de Pemex Exploración y Producción.
Al participar en el primero de los seminarios Aportaciones al debate sobre la reforma energética, organizado por la Academia de Ingeniería, Morales Gil defendió la propuesta presidencial de ampliar los campos de participación del sector privado en las áreas reservadas en exclusividad al Estado, principalmente en los llamados contratos incentivados para la exploración, según los cuales las empresas privadas que tengan éxito en el descubrimiento de campos petroleros tendrán un pago monetario por ello y la prioridad para participar en su desarrollo.
Explicó que por cada 300 pozos exploratorios, en 100 se tiene éxito según la media internacional, de tal manera que para contar con 300 pozos productivos se tienen que perforar mil, y con los cinco equipos con los que cuenta Pemex para aguas profundas se requiere de 66 años para alcanzar esta meta.
En opinión de Morales Gil, “aumentar la capacidad de ejecución y permitir nuevos modelos de contratación, con incentivos, responde a una práctica que aumentará la renta petrolera y generará valor adicional al país”, bajo el paradigma de “asegurar a la nación la óptima captura de la renta petrolera”.
Réplica
La respuesta a los planteamientos del director general de Pemex Exploración y Producción llegó por parte de Javier Jiménez Espriú, miembro de honor de la Academia de Ingeniería, quien refutó inmediatamente. “Las verdades a medias son mentiras dolosas”, sostuvo como premisa de su exposición y desarrolló una ponencia en la que apuntó que la urgencia de ir al fondo del mar es sólo de los interesados en abrir los campos exclusivos de Petróleos Mexicanos a la participación privada.
Recordó que con advertencias similares hace algunos años se abrió la generación de electricidad al sector privado, que hoy produce 30 por ciento de la energía eléctrica en el país en un negocio redondo, seguro y con grandes ganancias.
Ex director de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, ex subsecretario de Comunicaciones, ex presidente de la Academia de Ingeniería y ex subdirector comercial de Pemex, Jiménez Espriú preguntó: “¿No será que ya fueron vendidos los futuros de nuestro petróleo en el pasado?” Interrogó también si los ductos y refinerías del sector privado, en los términos propuestos por la iniciativa presidencial, “serán cuidados por el Ejército Mexicano o sus propietarios contarán con sus propias guardias blancas y sus generales.” Y recordó que “antes nos engañaron con las amenazas y hoy nos quieren engañar con el disfraz”. Explicó que tenemos el petróleo y bajo las actuales condiciones, a un precio de 100 dólares por barril, nosotros podemos poner las reglas del juego, por lo que consideró falso el dilema sobre la inexorabilidad de las alianzas; calificó de dogma de fe el estribillo de “no tener dinero ni tecnología” para proponer un desarrollo propio en ese campo, porque de lo que se trata es de privatizar ese recurso.
Se margina el talento que existe, dijo. No se ha consultado a los cuerpos colegiados ni a los ingenieros y técnicos que por 70 años han desarrollado la industria petrolera mexicana. Frente a esta situación preguntó: “¿Qué sería de una nación sin ingeniería propia?” Resumió: “Nos cambian espejos por los frutos de nuestras entrañas”. No tocan la Constitución ni con el pétalo de una rosa. Le dan la vuelta para obtener lo que en realidad se persigue: abrir la riqueza petrolera a la iniciativa privada”.