■ Reunión regional sobre esas armas
Buscan unir a Brasil a pacto contra las bombas de racimo
Los gobiernos de más de 20 países de América Latina y el Caribe buscan que Brasil se sume al tratado internacional que prohíbe el uso de municiones de racimo, las cuales han generado 13 mil víctimas en los últimos 40 años.
Pablo Macedo Riba, director para el Sistema de las Naciones Unidas de la Secretaría de Relaciones Exteriores, informó que se realiza una labor de diplomacia con los brasileños, para que se sumen al mecanismo internacional, el cual se encuentra actualmente en proceso de negociación a escala mundial.
El diálogo para crear dicho instrumento se inició en Oslo en febrero de 2007, ha continuado en Lima y Wellington, y se prevé que concluirá el mes próximo en Dublín.
En América Latina, Brasil aparece como el principal productor y poseedor de municiones de racimo, luego de que Argentina ya completó la destrucción de sus existencias, mientras que Chile ha declarado que se encuentra en ese proceso.
Aunque Brasil ha dado señales de querer incorporarse al proceso de negociación, al haber participado como observador en la conferencia de Wellington, en esta ocasión decidió no asistir a la reunión que se lleva a cabo en México.
En el encuentro que se realiza en el Distrito Federal, los participantes de más de 20 países ratificaron su apoyo a un tratado que no contenga excepciones, lagunas o retrasos, lo que “nos hace confiar más en que tendremos un acuerdo internacional fuerte y amplio”, señaló por su lado Thomas Nash, coordinador de la Coalición contra las Municiones de Racimo.
Además de Brasil, en el mundo los principales productores de este tipo de armamento son Estados Unidos, China y Rusia, los cuales tampoco intervienen en las negociaciones del tratado contra el uso de esas armas.