■ La comisión de garantías debe definir hoy cómo terminar el computo del comicio interno

Proponen ampliar gestión de Cota hasta que acabe el conteo en PRD

■ En sesión del Consejo Nacional se abre paso la idea de un congreso refundacional del partido

Alma E. Muñoz y Enrique Méndez

En busca de una salida a la crisis política del PRD, los bloques de consejeros nacionales de las corrientes Nueva Izquierda (NI) e Izquierda Unida (IU) plantearon ayer prorrogar por unos días la dirigencia de Leonel Cota, condicionado a que este domingo, antes de que reinicie el décimo pleno extraordinario del VI Consejo Nacional, la Comisión Nacional de Garantías (CNG) defina el mecanismo para terminar el cómputo de la elección interna del 16 de marzo.

Los dos principales candidatos, Jesús Ortega y Alejandro Encinas, coincidieron, por separado, en que independientemente de cómo se resuelva la elección, será necesario convocar a un congreso refundacional del partido, entre julio y agosto, con objeto de unificar a los grupos que tras el proceso están confrontados.

Los principales interesados en la fórmula que hoy proponga la CNG están en la corriente que lidera Ortega Martínez, quienes defienden la opción de nombrar a un presidente nacional sustituto si no les convence, y a partir de ello, contar con bases para presentar, de ser necesario, una impugnación ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Rechiflas y abucheos

El pleno del Consejo Nacional se instaló ayer al mediodía, entre rechiflas y abucheos a Cota Montaño, por parte de consejeros de NI y sus aliados, desde que se refirió a la difusión, la noche del 16 de marzo, de los resultados de los conteos rápidos que dieron como virtual ganador a Encinas Rodríguez.

Siempre protagónico, Gerardo Fernández Noroña se levantó de su silla para reclamar a Jesús Ortega el abucheo. “¡Oye, así no va a haber debate de nada!”, le dijo. La acción del secretario de Prensa y Propaganda le mereció reclamos: “¡payaso, payaso!, ¡que se siente!, ¡eres un pelele de Cota!” Hay que respetar al presidente del partido, se defendía frente a Ortega, quien sólo le contestaba “está bien, está bien”.

Cota siguió con su discurso y atribuyó el conflicto a que “nos hemos visto atrapados por un conjunto de casillas que, necesariamente en la vida interna del partido, deben aclararse”. Sus palabras avivaron los ánimos entre los consejeros de NI, quienes continuaron con sus gritos.

Pero el ex gobernador de Baja California Sur insistía: “queda en manos de la CNG hacer valer los votos de la militancia y reconocer a quien la militancia confió las nuevas responsabilidades de la dirección de nuestro partido”.

Llamó a permitir que el Consejo Nacional reoriente al PRD hacia la unidad, con el propósito de que la crisis interna no sea usada para permitir que pase la reforma energética de Felipe Calderón. “No tengo duda en convocar que, frente a las condiciones internas que tenemos, pongamos por encima la defensa del petróleo”, argumentó.

El ambiente que generó su discurso obligó al presidente de la mesa directiva del consejo, Camilo Valenzuela, a decretar un primer receso de dos horas –que se extendió hasta las siete de la noche– en busca de un acuerdo.

Carlos Navarrete comenzó a negociar con Cota. El coordinador de los senadores perredistas expuso al líder que también NI se sumaría a un acuerdo si la coalición que impulsó a Encinas lo consentía. Y aceptaron que se nombraran dos comisiones negociadoras.

En esta búsqueda, Navarrete le soltó a Fernández Noroña, quien formó parte de la comisión encinista, que ambas posiciones debían ceder mutuamente: “no hay salida si una parte se considera mayoritaria e impone a güevo lo que quiere”.

Para entonces, Cota planteaba, en corto: “hay que poner al partido en el voladero; sólo así acuerdan los perredistas”.

El acuerdo político comenzó a prepararse en dos escenarios. La cúpula de NI sesionó en un salón de la Expo Reforma, sede del consejo, mientras IU –al igual que el presidente nacional del partido– se encontraba con Encinas en un hotel.

Así, surgió la propuesta de que la CNG defina y exponga el método para concluir el cómputo de los comicios que dejaron trunco los ex comisionados electorales Arturo Núñez, Graciela Sánchez Mota y Edmundo Cancino. Esto permitiría prolongar el periodo de Leonel Cota, Guadalupe Acosta Naranjo, secretario general, y de los consejeros y congresistas nacionales hasta que finalice el conteo y la elección esté calificada.

Ni Ortega ni Encinas aceptaron que la salida sea la anulación, y pese al compromiso de acuerdo, aún mantienen discrepancias, que no pudieron superar en tres reuniones previas al consejo. El primero insiste que el acuerdo lleva implícita la obligación de computar todas las casillas, y el segundo que no se incluyan las consideradas atípicas, y que, según su valoración, y dado el número de irregularidades detectadas, representaría anular las elecciones de Chiapas, Oaxaca y Veracruz.

Del grupo de Jesús Ortega también surgió la propuesta del congreso refundacional, donde se discuta si se mantiene el nombre del PRD, se revisen sus bases constitutivas, su línea política, puntos de identidad y se dé un acuerdo de convivencia.

Creo, explicó el dirigente, que “se ha agotado el modelo ortodoxo de partido y que en el proceso de refundación del PRD, una vez que salgamos del conflicto poselectoral, se exploren nuevas formas de convivencia y de lucha. A mí no me parece mala idea, como una buena posibilidad para lograr que no se divida el PRD. Analicémosla con cuidado, detenimiento e interés”, explicó en entrevista, y habló de encaminarse hacia un “partido-frente”.

Pero Encinas, matizó, por separado que “hay algunos compañeros que creen que esto es como un divorcio acordado y se basan en ejemplos de otros países de América Latina, con partidos-frente, pero no se dan cuenta que éstos fueron hechos de acuerdo a su realidad histórica”.

En tres entrevistas que durante el día concedió, Leonel Cota Montaño se resistió a que la salida al conflicto se resolviera con prorrogar su dirigencia. Varias veces recordó que su mandato concluye el próximo martes, aunque al final acotó: “si para ese día hay un acuerdo político que permita al partido transitar hacia la salida de la crisis, permaneceré”, pero aclaró que no será indefinida, sino de días, sujeto a las definiciones de la CNG.

“Si previo al 22 hay acuerdo de salida, yo puedo permanecer siete, 15 días en la dirigencia para que los órganos procesen o que el acuerdo político que se tome permita dar una salida al partido”, sostuvo.

Anoche, en espera del resolutivo de esta instancia, se declaró un segundo receso, para reanudar este domingo, a las 11 de la mañana.