■ Se margina participación del Legislativo en el esquema, señala
La reforma de Calderón, igual a una de la OCDE, afirma Marcos Giacoman
La propuesta de que Pemex tenga un gobierno corporativo y autonomía de gestión, que forma parte de la iniciativa de reforma energética del Ejecutivo Federal, es igual a una elaborada por la Organización Mundial para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), aseveró Ernesto Marcos Giacoman, ex director corporativo de finanzas de la paraestatal y quien actualmente funge como consultor privado, especialista en energéticos.
Aclaró que la propuesta de la OCDE está dirigida a empresas estatales en general y hace una serie de recomendaciones sobre cómo se deben manejar, derivadas de la discusión que por varios años llevaron a cabo los países socios de la organización, entre los que se incluye México, además de organismos financieros multilaterales y expertos en el tema.
El documento de la OCDE data de 2005 y Marcos Giacoman lo encontró cuanto preparaba una conferencia sobre autonomía de gestión y gobierno corporativo para un foro del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), donde participó también el director general de Pemex, Jesús Reyes Heroles, para proporcionar detalles de la iniciativa de reforma energética que acababa de presentarse.
La propuesta presidencial “sí incluye todos los puntos sugeridos por la OCDE, así que me imagino que algún funcionario del gobierno, de las secretarías de Relaciones Exteriores o de Economía, conoció el documento en algún foro del organismo y la utilizó como metodología de discusión”, refirió el especialista, entrevistado por La Jornada en una de las presentaciones del libro La crisis del petróleo en México, editado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, el Club de Roma y el Tecnológico de Monterrey.
Si bien consideró que es indispensable la reforma de Pemex, acotó que se deben discutir cada uno de los puntos propuestos para la autonomía de gestión y gobierno corporativo, a fin de atacar la corrupción del organismo.
“Me parece que en algunos puntos propuestos no se avanza los suficiente, mientras que otros siguen concentrando el poder de decisión del Ejecutivo federal cuando debiera buscarse más autonomía. Además, el Legislativo no tiene suficiente participación en el esquema que se está proponiendo, por lo que debe buscar mayor involucramiento y responsabilidad del Congreso, particularmente del Senado, en la restitución de reservas del país”, dijo el especialista, quien también ha alertado que si no se imponen los controles al gobierno corporativo de Pemex, se corre el riesgo de beneficiar a grupos de interés.
Marcos Giacoman advirtió que dado el abuso y agotamiento que presentan los Pidiregas (proyectos con impacto diferido en el registro del gasto) como esquema de financiamiento para Pemex –ya que opera mediante la contratación de deuda con particulares– se ha incrementado el seguimiento que hacen al respecto las calificadoras de riesgo e instituciones financieras.
“Los mercados van a reaccionar en estos meses porque ya no habrá recursos para financiar de manera ilimitada los Pidiregas. Algunas calificadoras y bancos que invierten en estos títulos ya vigilan de cerca su desempeño porque son títulos de deuda no garantizados por el gobierno federal, no es deuda soberana, y entonces tienen que vigilar con más detenimiento hacia donde va la empresa y si mantiene su capacidad de servicio de esa deuda en el corto plazo”, aseguró.
Pemex, dijo, utiliza una contabilidad “muy creativa” sobre los Pidiregas, creados hace 10 años, ya que no son considerados como deuda, pues la legislación al respecto establece que “la deuda que contraiga Pemex bajo este esquema se considera deuda subordinada o contingente, en la medida que si el proyecto que se financia no funciona y no genera los ingresos previstos, no se paga. Eso funciona si lo hiciera un particular con sus propios recursos, pero aquí Pemex está emitiendo bonos en el exterior. Entonces la deuda de Pidiregas no se considera deuda pública”.