■ En 4 años la matrícula se redujo a 239 alumnos; al olvido el sistema de internado
Agoniza Normal Rural Mactumactzá; ocupa sus aulas la última generación
■ La Secretaría de Educación estatal anunció su reubicación sin definir el lugar, denuncian
Ampliar la imagen Autoridades educativas estatales advirtieron que para el ciclo escolar que inicia en agosto no habrá nuevas inscripciones en la Normal Rural Mactumactzá, uno de los pocos espacios educativos gratuitos destinados a los hijos de campesinos pobres de Chiapas Foto: Ángeles Mariscal
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 19 de abril. Directivos y alumnos de la Escuela Normal Rural Mactumactzá denunciaron que la Secretaría de Educación estatal les notificó que el centro educativo será cambiado de sede –aún sin definir–, para iniciar un nuevo proyecto, del cual ninguno de ellos podría ser parte, porque están “contaminados” y “nos consideran un semillero de rebeldes, de revolucionarios”.
“Quieren acabar con el origen de clase del estudiante, con la tradición histórica del pensamiento crítico, con la relación entre la comunidad educativa y las organizaciones sociales y campesinas”, resume Francisco Antonio Velasco Hernández, ex alumno y ahora maestro de la Rural Mactumactzá.
Dijo que como parte de la nueva política educativa, en los cuatro años recientes la matrícula de alumnos de la escuela pasó de 527 becarios a 239. Para el ciclo escolar que inicia en agosto ya no habrá nuevas inscripciones y una vez que la última generación se gradúe, el lugar pasará a constituirse como un “centro de investigación”.
Evidencias a la vista
Las evidencias saltan a la vista: en pleno ciclo escolar, por las 27 hectáreas que abarca el centro educativo, sólo deambulan unos cuantos estudiantes.
Al recorte de la matrícula siguió el del presupuesto, la suspensión del sistema de internados, la destrucción, literal, de dormitorios, cocinas, comedores; la falta de mantenimiento a las instalaciones y la carencia de recursos para continuar con proyectos educativos y agropecuarios que caracterizaban a las normales rurales del país.
Un grupo de maestros dio a conocer que desde 2003, durante el gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía, se suspendió el sistema de internados y las plazas automáticas, lo que desembocó en un movimiento de toda la comunidad estudiantil, que terminó en el encarcelamiento de una docena de estudiantes, maestros y padres de familia.
“Al perderse el sistema de internados, se pierde uno de los más importantes métodos de cohesión, se intenta despolitizar a los alumnos, hacerlos perder los vínculos con su origen de clase”, agregó Velasco Hernández.
“Se nos intentó denostar ante la población e incluso el gobierno sacó un documento al que llamo Pedagogía de la violencia; la idea desde entonces fue cerrar la escuela”, detalló el maestro Horacio Méndez López.
Explicaron que recientemente funcionarios de la Secretaría de Educación estatal “nos dijeron que se va a reubicar (la escuela), pero que ningún estudiante o maestro iba a ser integrado al nuevo proyecto, para no contaminarlo”.
Todo esto, explicaron, sin que las condiciones que dieron origen al colegio se hayan superado, pues persisten los altos índices de analfabetismo, pobreza extrema y falta de oportunidades de educación entre el sector rural de Chiapas, que representa más de 60 por ciento de la población total.