■ El público, más que participar, se volverá parte de la obra, asegura el autor Diqui James

Fuerza bruta, espectáculo fuera de las pautas teatrales, llega a México

■ Ha recorrido con éxito varios países de Europa y América Latina

■ Es una puesta dirigida al cuerpo, no es intelectual, aclara

■ Se presentará en la Carpa Santa Fe a partir del 29 de abril

Arturo Cruz Bárcenas

Hace unos días zarpó un barco de Argentina con siete contenedores y el equipo y herramientas que se utilizarán para dar forma al espectáculo Fuerza bruta, cuya temporada comenzará el próximo 29 de abril en la Carpa Santa Fe. “Será la versión espectacular que vimos en Buenos Aires y en Colombia”, expresó en entrevista telefónica el creador del montaje, Diqui James, desde Buenos Aires.

Fuerza bruta nació de las entrañas de De la Guarda, bajo la batuta de Diqui James, fundador, y Gaby Kerpel, compositora musical. Ambos se embarcaron en un viaje excelso lleno de sentido, color y música, con la finalidad de crear una compañía que continuara con una búsqueda creativa, con motivación e innovación.

En este espectáculo todo lo que sucede es real, definió James. No hay decorados. No hay convenciones teatrales. Todo tiene un papel en la acción. Una puerta es una puerta. No significa ni más ni menos que eso. La luz roja es sólo eso: una simple luz roja; cada quien da el significado que quiere a las cosas.

Fuerza bruta está compuesta por cinco delirantes actos: en El corredor el público verá a uno de los actores (hombre) correr rápidamente por una caminadora, pero suspendido del techo. Al paso de los minutos será alcanzado por varios objetos que chocarán con él. Esta escena está inspirada en un episodio de ansiedad que vivió Diqui James en un banco.

La vela se compone con una enorme pared de tela y un mástil. Aquí, un hombre y una mujer luchan por mantener el equilibrio, ya que esta vela se encontrará en constante movimiento. La escena simula a dos marineros que tratan de sacar a flote su barco durante una intensa e incesante tormenta.

Durante La murga, que se desarrolla dentro de una estructura en forma de habitación, tres actores bailarán al son de ese ritmo tradicional de los carnavales rioplatenses.

En el acto La tv, los asistentes verán cómo una mujer y un hombre son separados por una delgada y enorme piscina transparente que cuelga del techo.

En Mylar, el público presenciará a varias mujeres que se retuercen, chapotean y se azotan en una piscina grande y transparente que estará colgada por encima de los asistentes.

Para montar este espectáculo se requieren más de 50 personas. James: “Para nosotros implica un reto muy especial, porque es un espectáculo muy grande, al igual que nuestras expectativas. Trabajamos tres años para dejar esto a punto. Hicimos el estreno en Buenos Aires, en 2005. Nos fue muy bien. Luego nos fuimos a Lisboa, a Londres, a Berlín y a Edimburgo, y finalmente a Latinoamérica.

“El espectáculo es para todo tipo de público; a mí me gusta la mezcla. En general quienes han asistido son jóvenes, pero hay días en que viene gente más grande o con niños, y todos lo disfrutan. El espectáculo está inspirado en el carnaval, en las fiestas callejeras, en las celebraciones, en las cosas de la mezcla. Cuanto más mezcla haya entre el público más me gusta”.

–Se trata de sumarse a los que participan, ¿es así?

–Sí. Decimos que el espectador es parte del espectáculo; no sólo participa, porque uno puede tomar la actitud que quiera. Puede quedarse parado mirando; otros pueden bailar e ir en medio. El espectador estará sumergido en medio del espectáculo. Esa es la gran diferencia respecto del teatro tradicional.

Pulsión del deseo como materia prima

–¿Cuál es su idea de fuerza bruta?

–Bueno, para nosotros no tiene tanta connotación violenta, como en México, o para los ingleses. La connotación violenta es la que menos nos gusta de todas. Cuando pensamos en fuerza bruta pensamos en el impulso del deseo como materia prima antes de que la mente interfiera, antes de llevar a cabo las cosas, como un diamante en bruto. Así es la fuerza bruta antes de que se desarrolle. Por eso es un espectáculo dirigido al cuerpo, a los sentidos. No es intelectual, sino sensorial; por eso es para todo el mundo.

–La fuerza bruta parecería alejada de las mujeres. Este espectáculo también es para ellas.

–Al revés. La fuerza bruta, para mí, tiene que ver con algo primitivo, pero no violento. Es algo sensual, suave, tiene algunos momentos fuertes. No tiene que ver estrictamente con lo masculino.

A James le gustaría que toda la gente pudieran pagar para ver Fuerza bruta, “sobre todo en nuestros países, donde hay quienes tienen problemas para pagar un espectáculo internacional. Ahora bien, en este trabajo nosotros consideramos que la sorpresa no es un efecto, sino un estado de ánimo, un estado de alerta. Que lo diga yo no vale, pero quien asista verá algo que nunca, estoy seguro, nunca ha visto o vivido. Puede gustarle o no, pero hallará un lenguaje particular”.

–¿Usted aún se vuelve espectador de Fuerza bruta?

–Uno nunca es espectador, pero intento ser sensible al viaje que tiene el espectador. Me gustaría entrar a mi espectáculo como si fuera la primera vez.

Fuerza bruta es otro producto de los creadores del espectáculo multisensorial De la Guarda, y llega a México por las compañías Lemon Live, productora que ha estructurado una forma de hacer cine y que ahora incursiona en el mundo del espectáculo en vivo, y CLAOS Entertainment, dirigida por el productor musical argentino Óscar López y la periodista y actriz Claudia Pérez Reyes, en el cual intervinieron además MVS Espectáculos, empresa del grupo MVS Comunicaciones, líder en cadenas radiofónicas musicales y de entretenimiento, además de Operadora de Centros de Espectáculos SA de CV.