■ Comienza hoy en Nueva Orleáns la Cumbre de Líderes de América del Norte
Grupos civiles piden a Calderón, Bush y Harper transparentar agenda de trabajo
■ AI pide que se protejan derechos de migrantes y se eviten abusos en la lucha antiterrorista
Con un llamado de organizaciones civiles a “transparentar” su agenda de discusiones y privilegiar los derechos humanos en la misma, el presidente Felipe Calderón y los mandatarios de Estados Unidos, George Bush, y de Canadá, Stephen Harper, iniciarán hoy la Cumbre de Líderes de América del Norte.
En Nueva Orleáns, Luisiana, el Presidente sostendrá dos encuentros bilaterales: a las 13:55 horas, con Bush, con quien abordará temas económicos y de seguridad, y a las 16:25 horas con el primer ministro canadiense.
Durante la cumbre de Nueva Orleáns, según el documento de permiso solicitado por el Ejecutivo al Senado, se revisarán los avances del programa de “fronteras inteligentes”, con el propósito de homogeneizar la nomenclatura fronteriza. Además se fijarán “pautas claras” para que los flujos de personas y bienes no puedan verse afectados por un desastre natural.
Por su parte, la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio destaca que se tratarán cinco puntos en la cumbre: seguridad energética trinacional, integración de fronteras inteligentes y seguras, cooperación tecnológica, manejo de emergencias en la región y pandemia de influenza.
Advierte que los tres primeros no forman parte de las demandas de cambio que la sociedad reclama en los tres países, sino que, en todo caso, “son prioridades” de la agenda de los principales empresarios de la región.
Carta de Amnistía Internacional
A propósito, Amnistía Internacional apremió a los mandatarios –en una carta enviada a Los Pinos y a las oficinas de Bush y Harper (fechada el 15 de abril)– a transparentar su agenda y garantizar los derechos humanos en la región, porque hasta ahora este objetivo ha sido un “fracaso”.
Los puntos más críticos, señala AI, son los derechos indígenas en México, el impacto de las prácticas y leyes aplicadas contra el terrorismo, los derechos de los migrantes y refugiados, y el fracaso en asegurar la preponderancia de las garantías individuales en el contexto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y de otros acuerdos bilaterales y trilaterales.
La misiva –firmada por los directores de AI en México, Alberto Herrera; Beatrice Vaugrante y Alex Neve, de Canadá, y Larry Cox, de Estados Unidos– también advierte sobre los problemas que puede generar la cooperación bilateral en materia de seguridad en el marco del llamado Plan Mérida.
Un objetivo adicional de esta gira –que durará dos días– es inaugurar hoy las instalaciones del consulado de México en Luisiana, mismo que fue reabierto para dar atención a la numerosa población mexicana que se ha asentado ahí para trabajar en las labores de reconstrucción posteriores al paso del huracán Katrina en 2005. También pondrá en marcha una exposición del juguete mexicano.
El martes próximo Felipe Calderón hará una escala de seis horas en Dallas, Texas. Ahí inaugurará una reunión del Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), compuesto por 125 integrantes.
De acuerdo con una nota del Dallas Morning News (con cuyos directivos, por cierto, el mandatario mexicano tendrá un encuentro privado), esta visita provocó reacciones mixtas entre algunos líderes latinos y de asociaciones mexicanas.
Por lo pronto, la meta que planteó el Presidente al Senado es cambiar el “eje del debate” sobre los trabajadores mexicanos en Estados Unidos, con estrategias de difusión de mensajes que demuestren su repercusión positiva en la economía y en la cultura estadunidense, para contribuir a contrarrestar las iniciativas antimigrantes y el clima de rechazo que se está presentando con frecuencia en los ámbitos estatal y local.