■ Afectados denuncian que Gobernación les exige silencio para avanzar en el caso
Demandan la intervención de la ONU para recuperar los cuerpos en Pasta de Conchos
■ Si quieren seguir jugando a la política se quedarán sin su rescate, les dijo Arne aus den Ruthen Haag
Ampliar la imagen Familiares de mineros de Pasta de Conchos celebraron una misa frente a las oficinas del Grupo Minero México, en Polanco, el pasado sábado Foto: Carlos Cisneros
Familiares de los trabajadores fallecidos en la mina Pasta de Conchos solicitaron la intervención del Sistema de Procedimientos Especiales de la Organización de Naciones Unidas para poder recuperar los cuerpos de los 63 mineros.
Los familiares y defensores de los derechos humanos denunciaron que la Secretaría de Gobernación, por medio del coordinador de asesores de esa institución, Arne aus den Ruthen Haag, condicionó la inspección y el rescate de los cuerpos “a que no volviéramos a hablar con los medios de comunicación, diéramos más entrevistas ni elaboráramos más boletines de prensa o realizáramos movilizaciones y plantones”.
Ante el titular de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Amérigo Incalcaterra, los familiares denunciaron que “la Secretaría de Gobernación nos ha condicionado a que nos callemos el derecho al rescate de los restos de nuestros familiares”.
En la denuncia que presentaron y la solicitud para que intervenga el sistema de Procedimientos Especiales de las Naciones Unidas, los familiares de las víctimas precisan que el pasado 7 de marzo representantes de la Organización Familia Pasta de Conchos fueron recibidos en Gobernación. La única solicitud que se presentó y que fue acogida por el secretario fue “que se autorizara a los peritos en minas, reconocidos por la Secretaría de Economía y que han asesorado a la organización, realizar una inspección ocular de la misma, para tener información real y confiable sobre las condiciones del sitio y determinar la viabilidad y estrategia para recuperar los cuerpos de los 63 mineros”.
Los inconformes afirmaron que el 14 de marzo los citó Arne aus den Ruthen Haag a una reunión privada, y fueron convocados únicamente Elvira Martínez Espinoza, viuda de Bladimir Muñoz; Cristina Auerbach Benavides y Carlos Rodríguez Rivera, del equipo de asesoría de la organización. “La reunión que se nos propuso tenía como objetivo establecer la ruta para llevar a cabo la inspección ocular; sin embargo, el funcionario condicionó la inspección y rescate a que no volviéramos a hablar con los medios, pero lo más grave es que a cambio de nada se nos exigía que tampoco informáramos a los familiares de los mineros. No aceptamos y le exigimos que nos respondiera de manera institucional y por escrito a lo que habíamos solicitado.
“Nos acompañó a la puerta de su despacho pidiendo que lo pensáramos ‘porque si queríamos seguir jugando a la política, nos quedábamos sin rescate’, nos advirtió”, manifestaron los familiares.
El 14 de marzo “nos respondieron por escrito que el rescate no es posible; no era la respuesta a lo que planteamos, era por no haber aceptado el silencio y la humillación a cambio de nada. La organización Familia Pasta de Conchos no cerró la puerta; este no por parte del Estado es una cerrazón del gobierno y nos obliga a acudir a instancias internacionales”.
La organización Familia Pasta de Conchos señala que sólo les queda pendiente un juicio de amparo en revisión, y si, al igual que los anteriores, el Poder Judicial considera que “los familiares carecemos de interés jurídico para hacer justicia, consideraremos agotados los recursos nacionales y estamos listos para acudir al Sistema Interamericano de Derechos Humanos”.