■ Decisión de última hora para evitar vacío legal en el partido
Graco Ramírez y Raymundo Cárdenas, representantes legales en el sol azteca
Para evitar un vacío legal en la dirigencia nacional del PRD, los dos grandes bloques que se disputan la presidencia nacional y la secretaría general nombraron después de la medianoche al senador Graco Ramírez y al diputado Raymundo Cárdenas como representantes legales, minutos después de que Leonel Cota Montaño concluyó su periodo al frente del partido.
Al cierre de esta edición, los consejeros nacionales del PRD desecharon la propuesta inicial de designarlos “encargados del despacho”, después de que el ex diputado Saúl Escobar Toledo argumentó que la figura de “encargado del despacho” no existe en los estatutos perredistas. Esto obligó que el pleno de Consejo Nacional solicitara al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) designar a dos militantes que no tendrán ni voz ni voto, sino únicamente ejercerán la representación del partido.
“¡Es una jalada, una tontería! El encargado del despacho se llama CEN”, comentó Escobar antes de que concluyera el receso decretado por la noche a la sesión del décimo pleno extraordinario del sexto Consejo Nacional para que los grupos de Jesús Ortega y Alejandro Encinas designaran, en consultas entre sus corrientes, a cada uno de los encargados, cuyas funciones concluyen el próximo sábado, cuando se convocará, como se discutía esta madrugada, a un nuevo pleno para nombrar a una dirigencia sustituta.
La decisión surgió después de que Nueva Izquierda (NI) propuso que los consejeros nacionales declararan “la falta absoluta de presidente y secretario general del PRD” y se aprobara la celebración de otro consejo extraordinario, porque en el orden del día del pleno que concluyó esta madrugada no se incluyó nombrar a dirigentes provisionales hasta que termine la calificación del proceso electoral interno del 16 de marzo pasado.
A partir de ello, los dos grupos acordaron respaldar una propuesta negociada primero entre Cota y Jesús Ortega, y consultada posteriormente con Alejandro Encinas: que cada uno de los candidatos presentara un aspirante a “encargado de despacho”.
Nueva Izquierda, la corriente que dirige Ortega, junto con sus aliados de Alianza Democrática Nacional (ADN) acordaron, por descarte, proponer al senador y coordinador de la campaña de ese candidato, Graco Ramírez.
Su primera carta era Jesús Zambrano Grijalva, pero después cayeron en cuenta que está impedido, porque es candidato a dirigente en el Distrito Federal.
Lo mismo ocurrió cuando pensaron en Horacio Duarte, compañero de fórmula de Ortega. Hasta pensaron en Guadalupe Acosta Naranjo, pero los negociadores de Encinas lo rechazaron, con el argumento de que el secretario general fue, como apuntó el diputado federal Humberto Zazueta, “el eje de la campaña” de Ortega desde el CEN.
Izquierda Unida (IU) consideraba preferible hablar de representantes jurídicos, en lugar de los encargados de despacho para no incurrir en una clara violación a los estatutos.
Tras su propia consulta, IU optó por impulsar a Raymundo Cárdenas.
El atorón en el PRD se recrudeció ayer después de que la Comisión Técnica Electoral (CTE) publicó los resultados de los comicios para presidente nacional y secretario general, con 83 por ciento de casillas computadas, y debido a que la etapa procesal aún no concluye.
La difusión de las cifras alteró la estrategia de Nueva Izquierda, que pretendía, durante la sesión del décimo pleno extraordinario del sexto Consejo Nacional del PRD, nombrar un presidente sustituto porque, como sostuvo Jesús Zambrano, “no vamos a permitir que Cota se quede ni un día más”. Con ello quedó descartada definitivamente la prórroga del ex gobernador en la dirigencia.
Desde antes de que iniciara la sesión, decenas de personas se congregaron en las puertas de la Expo Reforma, donde sesionan habitualmente los consejeros perredistas, para celebrar el virtual triunfo de Encinas y repudiar a Ortega y sus seguidores.
Poco antes de las 18 horas, el candidato de NI arribó al inmueble y fue recibido entre rechiflas y gritos de “¡traidor, traidor!” Lo mismo ocurrió cuando, minutos después, llegó la presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, a quien además le gritaron: “¡rata, rata!” En una breve declaración, la legisladora espetó: “los manda (Andrés Manuel) López Obrador, así arregla él las cosas”
En entrevistas, Ortega cuestionó que se utilizara a los integrantes de las brigadas en defensa del petróleo para agredirlo verbalmente, y rechazó tajante la posibilidad de reconocer el triunfo de su principal oponente. El cómputo, insistió, fue hecho a modo para hacer ganar a Encinas. “Es un robo, es un atraco”, acusó molesto y con el rostro desencajado.
Por último, fuertemente confrontados por las cifras publicadas ayer, los consejeros nacionales aprobaron, sin embargo, un acuerdo de unidad en defensa del petróleo.