■ “Una burla a los militantes”, que Nueva Izquierda haga un nuevo cómputo a escondidas
Ortega muestra actas que “demostrarían” su triunfo; no tienen validez, aclara Encinas
■ El candidato inconforme con los resultados insiste en “intentona golpista” en su contra
Ampliar la imagen Graco Ramírez es felicitado por Jesús Ortega tras ser designado uno de los dos líderes del PRD Foto: Marco Peláez
Resuelto a defender su “triunfo” como presidente nacional del PRD, Jesús Ortega Martínez presentó ayer actas de cómputo parciales de Chiapas, estado de México y Guanajuato, para rebatir la conclusión del conteo de votos a escala nacional en el que se reafirmó el triunfo de Alejandro Encinas en los comicios del 16 de marzo pasado.
Pero Encinas y Ernestina Godoy, presidenta de la Comisión Nacional de Garantías (CNG), refutaron sus dichos y coincidieron, en entrevistas por separado, que los documentos presentados por Ortega no tienen validez.
“No es posible que se haga un cómputo a escondidas, entre las dos y las seis de la mañana de hoy (ayer martes), por los delegados de Nueva Izquierda y se presenten resultados sin que haya habido participación de los distintos actores del proceso. Es preocupante, una burla a los militantes del partido y enrarece el de por sí difícil clima político” en el mismo, aseguró el ex jefe de Gobierno capitalino, quien además acusó a su compañero de partido de querer pretender “reventar el proceso y dividir” al PRD.
En conferencia de prensa, Jesús Ortega aseguró que sumados los resultados de Chiapas, estado de México y Guanajuato con las cifras dadas a conocer el lunes por el área de planeación de la Comisión Técnica Electoral (CTE), lleva una ventaja de 36 mil 101 votos por encima de su principal oponente. Esto es, dijo, “que obtuve 544 mil 625 sufragios, contra 508 mil 524, y aún faltan por incluir actas del Distrito Federal, de Zacatecas, Tabasco y Oaxaca.
Así que, defendió, es “absolutamente falsa la versión de que ya terminó el cómputo”, como hicieron creer, dijo, Alejandro Encinas, Leonel Cota Montaño –ex presidente del partido– y Ernestina Godoy, a quienes acusó de encabezar una “intentona golpista” y una “acción fraudulenta” para “imponer” al ex jefe de Gobierno capitalino como dirigente del PRD.
Ortega Martínez indicó que los cómputos de Guanajuato, estado de México y Chiapas –única entidad que no estaba incluida en la lista de la CTE, donde Encinas obtuvo una diferencia a favor de 30 mil 498 votos– sobre la elección de presidente y secretario general se realizaron entre lunes y martes.
Con ello, aseguró, “veo difícil que se logre la distensión, pero no por parte nuestra, sino por ellos”. Indicó que para avanzar se requiere hacer el mayor esfuerzo para que el proceso termine antes del 4 de mayo, con la finalidad de tener un “presidente legal y legítimo” en el PRD.
Con la cédula de notificación del acta circunstanciada de la sesión de cómputo de Chiapas, más resultados parciales del estado de México con sello de la CTE en esa entidad y firmas sin identificar a quiénes pertenecen, así como su palabra de que terminó el conteo en Guanajuato, indicó que Encinas, Cota y Ernestina Godoy intentaron dejar fuera unas 600 casillas, cuyos resultados, en su mayoría, le son favorables.
Interrogado al respecto, su principal oponente en la contienda del 16 de marzo calificó el anuncio de Ortega de “algo grotesto e irresponsable”, y lamentó estas cuestiones que, subrayó, “son una vergüenza para el partido… y la mejor evidencia de lo grotesto es el acta que tiene en sus manos (la de Chiapas), firmada por su gente”.
Ahora resulta, indicó, “que habrá dos actas de cómputo de esa entidad, porque la otra parte (la de Izquierda Unida) tendrá la suya”. Pero lo cierto, insistió, es que los de Nueva Izquierda junto con sus aliados “repitieron la operación que hicieron el 17, 18 y 19 de marzo –días subsiguientes a la elección– en ese estado, alterando los paquetes electorales por instrucciones de Guadalupe Acosta Naranjo (ex secretario general del partido) y de Miguel Barbosa (enlace legislativo del PRD)”.
Encinas resaltó que es la “enésima ocasión que Ortega defiende su supuesto triunfo, no sólo con actitud desesperada, sino también con la intención de reventar el proceso y dividir al partido, y no sé qué interés traiga con eso”.