■ La Secretaría de Medio Ambiente prevé que el impacto ecológico será mínimo
Con las supervías se aligerará la carga vehicular en el poniente de la ciudad
■ Los dos túneles costarán $18 mil millones, informan
■ El cobro de peaje divide opiniones
La construcción de las supervías en la zona poniente que anunció ayer el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, evitará que en aquella parte de la ciudad se acentúe el caos vehicular. De los 21.9 millones de viajes que realizan los residentes de la zona metropolitana del valle de México a lo largo de un día hábil, 58.4 por ciento ocurren en la capital y 41.3 en los municipios mexiquenses, porque más de la mitad de esos trayectos se realizan en automóvil particular.
La inversión para construir el túnel de Reforma y el de Poniente será de 18 mil millones de pesos; se trata de un proyecto técnicamente viable que aligerará la carga vehicular sin costos para el erario, afirmó el presidente de la Comisión de Transporte de la ALDF, Tomás Pliego.
Asimismo, requerirán de un estudio de impacto ambiental que después de ser evaluado determinará “si deben introducirse cambios en el proyecto, acciones de compensación de daños ambientales o medidas de mitigación”, informó la secretaria de Medio Ambiente, Martha Delgado Peralta.
Al participar en el Congreso Nacional de Ingeniería Sanitaria y Ciencias Ambientales, Delgado confió en que el impacto será mínimo, pues no se aprobará ningún proyecto que implique daños al ambiente. De ahí la necesidad de tener el estudio y saber qué trabajos, maquinaria, profundidad, duración y afectación a las vialidades se prevén; así como las medidas de mitigación y compensación a establecerse.
“Nuestra responsabilidad es preservar el equilibrio ecológico de la ciudad. Así lo hemos hecho y así lo haremos. El chiste es lograr la compatibilidad entre proyectos de desarrollo de infraestructura con el medio ambiente, lo cual es posible, pues las grandes inversiones pueden aparejar muchas medidas de mitigación y más cumplimiento de las normas”, argumentó.
Rechazó que estas obras que benefician a vehículos particulares se contrapongan al impulso del transporte público, pues la administración capitalina es la que “más ha invertido en esta materia en la historia de la ciudad, pero eso no elimina la necesidad de proyectos para el automóvil y, mucho menos, si los conductores van a pagar peaje y disminuirá la contaminación”.
Dependencia del automóvil
“Ambos proyectos son técnicamente viables para aligerar la carga vehicular sin costos al erario, pero deben ir acompañados de un mejor transporte público y hacerlos coincidir con la política de ciudad sustentable impulsada por esta gestión, a fin de que dejemos de depender del automóvil, que a lo largo de los años se refleja en congestiones, y hacer que quien use esta nueva infraestructura pague”, consideró Alejandro Villegas.
El representante en México del Programa de Medio Ambiente de la Fundación Hewlett señaló que el cobro de peaje “es lo menos que se puede hacer, cuando el número de beneficiarios será de 150 mil, de 3 millones que habitan en el poniente, zona que ha sido privilegiada con obras viales desde la década de los 60, cuando solo 25 por ciento de los capitalinos tienen auto y no se ha resuelto sus problemas de movilidad”.
Habitantes de las colonias Bosques de las Lomas, San Fernando y centro de Cuajimalpa, así como de Lomas de Chapultepec, en Miguel Hidalgo, avalaron ambos proyectos, pues, si bien a nadie le gustaría pagar por utilizar estas vías rápidas, la única forma de llevar a cabo estas obras es con la participación de la iniciativa privada, pero “vamos a proponer que un carril de ida y otro de vuelta sean utilizados por el transporte público”.
Trinidad Belauzarán, de Salvo Lomas, y Edwin Seymour, de la asociación de Condóminos de Prolongación Bosques de Reforma, que se opusieron a la construcción de la Torre del Bicentenario y el puente de Hueyatlaco, expresaron su apoyo, aunque manifestaron algunas inquietudes respecto de las características, profundidad, ancho, salidas intermedias y cuáles serán los sistemas de ventilación.
Los titulares de Álvaro Obregón, Cuajimalpa, y Miguel Hidalgo, Leonel Luna, Remedios Ledesma y Gabriela Cuevas, respectivamente, consideraron que estas obras acabarán con la saturación de vialidades en las delegaciones a su cargo.
Cuevas sólo hizo tres recomendaciones: que los trabajos se conduzcan con total transparencia, se contemple la circulación para el transporte público y el peaje sea accesible. Se pronunció en contra el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Emilio Álvarez Icaza, pues no apoyó “que la solución sea que los capitalinos tengan que pagar de su bolsillo para transitar más eficientemente en la ciudad”, aun cuando, reconoció, se trata de un proyecto de alta importancia.